miércoles, 30 de noviembre de 2011

Mediocre-cracia. Rami Schwartz

De estadistas a mediocres. De estadistas en potencia a mediocres consumados, de soñadores a hacedores de pesadillas, de grandes ideas a logros pírricos, esa es la historia de los presidentes en México al menos desde 1968. Y por ello estamos dando ya el banderazo a la cuarta generación perdida de Mexicanos tras 45 años de crisis constantes y recurrentes. En este 2011 cumplimos por ejemplo 30 años seguidos de generar, año con año, menos empleos de los que demanda la sociedad, mismos 30 años que no ha crecido ni en un peso el ingreso per cápita de la población. Cumplimos 30 años de vomitar mexicanos a Estados Unidos en busca de oportunidades y los mismos 30 años de caídas constantes en el nivel de vida y educativo de la población. Pero las crisis no empezaron hace 30 años que el perro no pudo defender al peso sino al menos 15 años antes, cuando el gobierno de México masacró a miles de estudiantes y cerró a las clases medias el paso al progreso económico, la democracia política y la igualdad social. En 1968 el viejo sistema se tuvo que atrincherar y fue cuando comenzaron los grandes desequilibrios. A los sexenios se les recuerda por muchas cosas, buenas y malas. Pero en general, la llamada Vox Populi, se conforma con una palabra. Así, la palabra que describe al sexenio de Díaz Ordáz fue “Brutalidad”, la palabra de Ecehevrría es sin duda “locura”, la de Lopez Portillo “Nepotismo”, la de De la Madrid “mediocridad”, la de Salinas “Corrupción”, la de Zedillo “Crisis”, la de Fox “Desperdicio” y la de Calderón, sin duda será “Muerte”. En los presidentes también se termina imponiendo un calificativo sobre todos los restantes. Díaz Ordáz pasó a la historia como “Autoritario”, Echeverría como “Mesiánico”, López Portillo como “Frívolo”, De la Madrid como “Gris”, Salinas como “maquiavélico”, Zedillo fue el gran “Traidor”, el adjetivo de fox es “mandilón” y el de Calderón seguramente será “Necio”. Por supuesto que cada uno de ellos hubiese querido algo distinto, cada uno de ellos puso un lema a su gobierno que dejaba ver sus intenciones pero que a la postre resultó exactamente opuesto en los resultados finales. El lema de Díaz Ordáz fue “Todo es posible en la paz” y su sexenio terminó bañado en sangre. Echeverría y su “Arriba y adelante” que terminó siendo el detonante de la gran crisis nacional que seguimos sufriendo hoy día. “La solución somos todos” de López Portillo acabó siendo “La corrupción somos todos” y qué decir la la “Renovación moral de la sociedad” de Miguel de la Madrid que terminó batiendo todos los récords de corrupción implantados hasta ese momento. Salinas llegó con el lema “Que hable México” que paradójicamente él mismo se encargó de desmentir al decirle a la oposición “ni la veo ni la oigo”. Ernesto Zedillo con su “bienestar para la familia” que a tres semanas de iniciar su gobierno se convirtió en malestar para todos. Vicente Fox con su “Voto por el Cambio” que sin duda pasará a la historia como la gran oportunidad perdida y la reafirmación de la continuidad del sistema y finalmente Felipe Calderón que tuvo varios slogans todos ellos fallidos: “Presidente del Empleo” ó “Para vivir Mejor” que ya vimos en qué terminaron. Quién nos ocupa ahora es Calderón, porque todos sus antecesores, desde Ordáz hasta Fox, ya se ganaron a pulso su lugar en el basurero de la historia, todos pelean palmo a palmo el título de lo peor que ha tenido México y lo hacen con personajes como Santa Ana, Victoriano Huerta o Bustamante. Todos seguramente llegaron con buenas intenciones, todos creyeron que iban a salvar a México, todos hicieron planes nacionales de desarrollo con números optimistas. Al final, todos tuvieron que recurrir a presumir supuestos logros administrativos dado el fracaso rotundo de sus gobiernos para lograr una transformación histórica. Todos fallaron como estadistas y se conformaron con querer pasar a la historia como administradores. Hoy la cantaleta es la cobertura universal del seguro popular, las carreteras y los capos atrapados. Cuando se fue Fox la cantaleta fueron las escuelas y la vivienda. Zedillo no le quedó más que presumir la supuesta estabilidad de un país quebrado. Salinas hasta publicó listas con porcentajes en sus metas cumplidas donde la peor calificada sacaba 98% de avance. De la Madrid presumió que la paz social se mantuvo a pesar de los terremotos, López Portillo presumió a Pemex y la infraestructura petrolera que construyó y Echeverría el liderazgo de México entre los países del bloque tercermundista, es decir, ser la cabeza del ratón. Pero haga lo que haga el Presidente Calderón en el año que le queda a su gobierno, no podrá quitarse de encima el calificativo de “Necio” y su gobierno del “sexenio de la muerte”. Necio porque nunca rectificó ni en programas, ni sus estrategias ni su gente a pesar de los rotundos fracasos que se acumulaban. Desfilaron por México premios Nobel de economía que le recomendaron no aumentar impuestos en tiempo de crisis y aún así lo hizo, logrando la peor caída económica en la historia del país. Otros le recomendaron ajustar su estrategia de combate a la delincuencia que se convirtió en una estrategia de fomento a la violencia, tampoco hizo caso. Otros más le sugirieron allegarse con gente capaz y conocedora de los problemas nacionales que tuviesen lealtad a México y él prefirió mantener a gente incapaz pero leal a su persona. Y obvio, los resultados están a la vista. Para el final de su sexenio estaremos pellizcando los 75 mil muertos en la famosa guerra contra las drogas que luego cambió a lucha por la seguridad lo que representa una matazón sin precedentes en la historia de México, solo comparable a la guerra civil de 1910 también llamada Revolución Mexicana. Estaremos pellizcando también los 75 millones de personas que padecen algún grado de pobreza y Slim estará pellizcando los 75 mil millones de dólares de fortuna personal, la mayor parte acumulada durante el gobierno de Calderón. Seguramente cuando estaba en campaña se imaginó que su gobierno sería otra cosa. Soñó despierto ser cargado en hombros, aparecer en los encabezados de diarios en todo el mundo alabando su gestión, se imaginó conquistando el cariño y confianza de los mexicanos y obvio, dejando un sucesor para concluir su labor de insertar a México entre las potencias mundiales. Y en cambio, no pudo ni dejar a su hermana como gobernadora de su estado natal, no va a poder imponer a un sucesor, sus peores pesadillas se están haciendo realidad, es casi un hecho que o le pone la banda presidencial al PRI y le devuelve el poder o se la pone a López Obrador, su peor enemigo. Quizá si hubiese escuchado consejos, si le hubiese hecho caso a analistas independientes que siempre lo alertaron, si hubiese pensado más en funcionarios capaces y leales a México que al PAN o a su persona se hubiese acercado más a sus objetivos, al futuro posible para México que él alguna vez imaginó. Pero el presidente Calderón seguramente pasará a la historia como “Necio” y será recordado por presidir el sexenio de la muerte. Resulta redundante decir que estas son pésimas noticias para México y los mexicanos. Que no se haga bolas el Presidente ni sus allegados, todos los mexicanos deseamos el mismo futuro que él soñó para nuestro país y a casi todos nos afecta que no haya cumplido. Es una pena que Calderón se vaya a unir a todos sus antecesores en el basurero de la historia y que los calificativos de su persona y su gestión tengan una connotación tan negativa. Pobre México, pasó de un autoritario a un mesiánico, a un frívolo, a un mediocre, a un corrupto, a un traidor, a un mandilón y a un necio. Así, ¿Cómo salir adelante como país?. Y desafortunadamente los que se perfilan para suceder al Presidente no se ven mucho mejor.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Reflexiones

De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido.

Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo. Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría, ni sufriste el más grande dolor.

Vacía la copa cada noche para se llene de agua nueva en el Nuevo día. Vive de instante en instante, porque eso es la vida. Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿Cómo no gozar y respetar este momento?
Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿Por qué te preocupas tanto?

No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud, dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate. Recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas

Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, ¡Pero no digas NO PUEDO ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes!.

Si quieres recuperar la salud, ABANDONA la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades.
PERDONA a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta.

Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella.

El bien y el mal viven dentro tuyo, alimenta más al bien para que sea el VENCEDOR cada vez que tengan que enfrentarse. Lo que llamamos problemas Son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano.

NO TE QUEJES, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas, ya son ganancia. Cuida el presente, porque en él vivirás el resto de tu vida.

Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente.
"Quizá el mayor desafío del ser humano en los albores del tercer milenio no sea acabar con el terrorismo, sino precisamente ampliar ese mapa universal que posibilita una mirada más generosa, una percepción más incluyente; quizá nuestro mayor reto presente no sea el de dar con el saudí que tumbó torres e hizo tronar el mundo, sino el de romper el ensueño de la separación y las limitaciones de los sentidos y recuperar nuestro, más que probable, linaje como hijos de las estrellas, eternos navegantes del cosmos; quizá sea. constatar que no estamos solos, que compartimos universo. Nos encontramos en la más preciosa aventura jamás vivida: la suerte inmensa de reunirnos, festejar, reír y materializar, desde nuestra individualidad, un universo de colaboración entre sus seres, quienes, gobernados desde nuestro universo interior, vivimos el sueño de SER amor universal".
Facundo Cabral