miércoles, 21 de julio de 2010

Cañonazos felipistas. ABC: dinero, no justicia. Erario, para mordidas.

No le asisten a Felipe Calderón los dones de la simpatía o el carisma: seco, frecuentemente ceñudo, sombrío en el decir y en sus desplazamientos, voz cascada que de pronto se agrieta aunque sea con brevedad, desafortunado cuando pretende hacer bromas o ser gracioso e incluso cuando expresa preferencias deportivas que suelen acabar pasadas por sal. Pero no son en sí esas características personales las que definirán el saldo histórico de quien hoy ocupa a título de precarista la silla formal de la Presidencia de la República (aunque esas características denotan la esencia: no son accidentales, azarosas o circunstanciales), sino la ausencia patológica de sentido de justicia social y una especie de fascinación perversa por el retorcimiento de las facultades y poderes con que se alzó en 2006, para usarlas expresa y aplicadamente en contra de todo aquello que en su origen, desarrollo o eventual desenlace pueda identificarse con las ideas, causas y resortes sociales y políticos que se le han opuesto en forma abierta desde ese 2006 definitorio o que aun cuando no asuman posiciones partidistas o electorales formen parte de ese amplio universo del México en rebeldía.

Ese Felipe práctico, rencoroso y socialmente insensible es el personaje que al estilo de Álvaro Obregón y sus famosos cañonazos monetarios cree posible aparentar evoluciones justicieras, o compensatorias, o apaciguadoras, al ofrecer dinero público a cuenta de muertes y agravios múltiples causados por un sistema político que mediante corrupción e impunidades crea las condiciones para las varias desgracias populares, pero también generados esos males por las elites de particulares que gracias a relaciones grupales o familiares reciben concesiones y permisos para hacer negocio con lo que debería ser cumplido rigurosamente por el Estado, como es el caso de la atención de infantes que son hijos de personas que aportan cuotas para el funcionamiento de un Seguro Social. Calderón compromete recursos públicos con la esperanza de comprar silencios o cuando menos una suerte de tregua, pero no ejerce ni una pizca del poder que formalmente ostenta para sentar en banquillos judiciales a su adversario Eduardo Bours, a quien no toca por la fuerza económica que representa, ni a sus protegidos facciosos, Juan Molinar Horcasitas y Daniel Karam, ni a los concesionarios favorecidos, entre ellos una familiar de Margarita Zavala Gómez del Campo.

Julio Hernández López. La Jornada.

jueves, 15 de julio de 2010

De CHICO BUARQUE para el mundo y ahora no es musica, pero igual, suena excelente.

No se trata de internacionalizar lo que ya es internacionalizado. Parece desconocerse este hecho. De nuevo, no es asunto de internacionalizar sino el reconocer la internacionalización si queremos proteger la humanidad de la autodestruccion.


Educadísima Bofetada a los EEUU....!!

DECLARACIONES DE CHICO BUARQUE.
MINISTRO DE EDUCACIÓN DE BRASIL.

No todos los días un brasileño les da una buena y
educadísima bofetada a los estadounidenses.

Durante un debate en una universidad de Estados Unidos, le
preguntaron al ex gobernador del Distrito Federal y actual
Ministro de Educación de Brasil, CRISTOVÃO CHICO
BUARQUE, qué pensaba sobre la internacionalización de la
Amazonia. Un estadounidense en las Naciones Unidas introdujo
su pregunta, diciendo que esperaba la respuesta de un
humanista y no de un brasileño.

Ésta fue la respuesta del Sr. Cristóvão Buarque:

Realmente, como brasileño, sólo hablaría en contra
de la internacionalización de la Amazonia. Por más que
nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese patrimonio,
él es nuestro.

Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación
ambiental que sufre la Amazonia, puedo imaginar su
internacionalización, como también de todo lo demás, que
es de suma importancia para la humanidad.

Si la Amazonia, desde una ética humanista, debe ser
internacionalizada, internacionalicemos también las
reservas de petróleo del mundo entero.

El petróleo es tan importante para el bienestar de la
humanidad como la Amazonia para nuestro futuro. A pesar de
eso, los dueños de las reservas creen tener el derecho de
aumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su precio.

De la misma forma, el capital financiero de los países
ricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonia es una
reserva para todos los seres humanos, no se debería quemar
solamente por la voluntad de un dueño o de un país. Quemar
la Amazonia es tan grave como el desempleo provocado por las
decisiones arbitrarias de los especuladores globales.

No podemos permitir que las reservas financieras sirvan para
quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación.

También, antes que la Amazonia, me gustaría ver la
internacionalización de los grandes museos del mundo.
El Louvre no debe pertenecer solo a Francia.
Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidas
por el genio humano. No se puede dejar que ese patrimonio
cultural, como es el patrimonio natural amazónico, sea
manipulado y destruido por el sólo placer de un propietario o de un país.

No hace mucho tiempo, un millonario japonés decidió
enterrar, junto con él, un cuadro de un gran maestro.
Por el contrario, ese cuadro tendría que haber sido
internacionalizado.

Durante este encuentro, las Naciones Unidas están
realizando el Foro Del Milenio, pero algunos presidentes de
países tuvieron dificultades para participar, debido a
situaciones desagradables surgidas en la frontera de los
EE.UU. Por eso, creo que Nueva York, como sede de las
Naciones Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menos
Manhatan debería pertenecer a toda la humanidad.
De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Río de
Janeiro, Brasilia... cada ciudad, con su belleza
específica, su historia del mundo, debería pertenecer al mundo entero.

Si EEUU quiere internacionalizar la Amazonia, para no
correr el riesgo de dejarla en manos de los
brasileños,internacionalicemos todos los arsenales
nucleares. Basta pensar que ellos ya demostraron que son
capaces de usar esas armas, provocando una destrucción
miles de veces mayor que las lamentables quemas realizadas
en los bosques de Brasil.

En sus discursos, los actuales candidatos a la presidencia
de los Estados Unidos han defendido la idea de
internacionalizar las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda.

Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño
del mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a la
escuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos a
todos ellos sin importar el país donde nacieron, como
patrimonio que merecen los cuidados del mundo entero. Mucho
más de lo que se merece la Amazonia. Cuando los dirigentes
traten a los niños pobres del mundo como Patrimonio de la
Humanidad, no permitirán que trabajen cuando deberían
estudiar; que mueran cuando deberían vivir.

Como humanista, acepto defender la internacionalización
del mundo; pero, mientras el mundo me trate como brasileño,
lucharé para que la Amazonia, sea nuestra. ¡Solamente
nuestra!

OBSERVACIÓN: Este artículo fue publicado en el NEW YORK
TIMES, WASHINGTON POST, USA TODAY y en los mayores diarios de EUROPA y JAPÓN.

martes, 13 de julio de 2010

Una muestra de la vida nacional. Vigencia y coyuntura.

Recomendación del Dr. Jorge Gastélum.

1 El 4 de junio del presente año, Carolina Aranda Cruz, de 11 años, estudiante de quinto de primaria, fue invitada a dar un discurso en el World Trade Center ante cientos de pediatras y del secretario de Salud. Su discurso terminó con una frase devastadora: "Pobre México nuestro, tan cerca del futbol y tan lejos de la ciencia".

Algunos extractos de su discurso son apabullantes; Carolina dice: "¿Por qué apoyar más a los futbolistas que a los científicos? ¿Son mejores personas? ¿Producen mayor riqueza? ¿Nos divierten más? No creo, gracias a los científicos también nos divertimos, ellos inventaron las computadoras, los ipods, los simuladores. Además, salvo algunos casos, los jugadores de futbol nos hacen ver muy mal mundialmente y nuestros científicos, que nadie apoya, no". Y en otro segmento de su discurso expone: "Me da pena que nuestro gobierno y nuestros empresarios inviertan tanto en futbol y seamos tan malos. Me da pena que inviertan tan poco en ciencia y seamos tan buenos. Tenemos la mejor universidad de Hispanoamérica, según la revista Time, y cada vez le damos menos recursos a la UNAM. ¿Por qué no apoyar a lo que ya dé resultados? Un país que no invierte en ciencia y educación siempre será un país pobre. ¿Queremos un México pobre?"

¡Qué les parece! Carolina le dio al clavo, y por demás, pues tiene razón. Ya lo vimos, por poco perdemos en futbol con Cuba, país donde ese deporte casi no se juega, y perdimos con Honduras. Pero ejemplos de ésos abundan en la historia del futbol mexicano.

Por otro lado, cabe mencionar otra vergüenza. El discurso de Carolina sólo tuvo eco en un medio de comunicación escrito y en uno televisivo. La pobreza noticiosa de los medios de comunicación también se evidenció. Y las cosas no cambian. Hace más o menos seis años, tres jóvenes mexicanos ganaron medallas de plata y bronce en una olimpiada científica en Dinamarca, donde compitieron 52 países. Ningún medio de comunicación vio importancia alguna en mencionarlo en algún segmento. Estaban muy ocupados con señalar las medallas de Ana Guevara, de quien también estamos muy orgullosos. Pero tanta diferencia, ¿se vale? Yo pienso que no.

La semana que acaba de pasar Televisa llevó a cabo su foro anual llamado Espacio. Creo que cerca de 5 mil universitarios asisten para escuchar a diversos personajes de la vida académica y política. Entre los invitados estuvo el actual director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Juan Carlos Romero Hicks. La ocasión hubiera sido perfecta para hablar sobre los proyectos que tendría el Conacyt para impulsar las oportunidades en la ciencia para los jóvenes, o de las estrategias para desarrollar la tecnología que requiere el país en los próximos años y que podría abrir abanicos de oportunidad para la juventud. Pero no, habló sobre la moral. Yo no tengo nada en contra de la moral, pero hubiera sido moralmente más correcto para el director del Conacyt explicar, presentar o desarrollar temas sobre los cuales cientos de jóvenes en el país están preocupados y que se relacionarían con su futuro como mexicanos con oportunidades.

También la semana pasada ocurrió algo que me llamó la atención, por no decir que me sorprendió sobremanera. Y esto fue la noticia destacada, también en pocos medios, de que el subcomediante Marcos estaba criticando las acciones del jefe de Gobierno del Distrito Federal en contra del crimen organizado, llamando despojo a las expropiaciones. O sea, si bien entendí las notas, procurar romper las redes de corrupción de delincuentes es despojo. Quedo con un poco de desorientación. Sería bueno preguntarle a Marcos si lo que ocurre con el Auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM se le denomina "despojo" o "expropiación".

En fin, estimados lectores, como pueden ver, en nuestro país tenemos mucho que deplorar, mucho de qué sonrojarnos y mucho que dejar de arropar.


René Drucker Colín.