miércoles, 15 de febrero de 2012





La sociedad, el gobierno y quienes tienen intereses económicos en la ilegalidad de la marihuana nos dicen que esta planta es peligrosa, en realidad no lo es, la marihuana no representa una amenaza al bienestar físico, mental, social ni económico al ser humano por si sola, es la misma ilegalidad y la falta de información acerca de esta planta la cual representa un peligro para quienes escogen utilizarla.
Por el contrario, la marihuana si representa una seria amenaza a las compañías petroleras, químicas, farmacéuticas y tabacaleras. La versatilidad y simpleza que tiene la marihuana para la elaboración de una amplísima gama de productos amenazan los modelos económicos de estas compañías lo cual ha causado que estos ejerzan presión política y social para crear una terrible imagen y un marco legal basados en información incompleta, parcializada e inclusive falsa.
Que mejor manera de introducir el tema que explicando el origen de la palabra marihuana o marijuana? No fue hasta mediados de 1930 que se empezó a utilizar esta palabra de origen Mexicano (recordemos que esta fue época de transición del racismo en Estados Unidos) para manchar y boicotear la buena imagen y fenomenal historia de esta planta, a continuación listaré una serie de citas actuales con referencias comprobables incluso en la famosa Encyclopedia Britannica la cual coincidentemente fue impresa en papel de cáñamo por 150 años:

• Todos los libros de texto de Estados Unidos fueron fabricados con fibras de cáñamo puro o mezclado con fibra de lino hasta los años 1880 (Jack Frazier. Hemp Paper Reconsidered. 1974.).
• Fue legal pagar los impuestos en Estados Unidos con cáñamo desde 1631 hasta inicio de los 1880's (LA Times. Aug. 12, 1981.).
• Negarse a cultivar cáñamo en América durante los siglos 17 & 18 era contra la ley en incluso en Virgina se castigo esta ofensa con cárcel entre los años 1763 - 1769 (G. M. Herdon. Hemp in Colonial Virginia).
• George Washington, Thomas Jefferson y otros padres fundadores de los Estados Unidos cultivaban el cáñamo en grandes cantidades (Washington and Jefferson Diaries. Jefferson smuggled hemp seeds from China to France then to America.).
• Benjamín Franklin era el propietarios de uno de los primeros molinos de papel en Norteamérica y este procesaba cáñamo. Asimismo, la guerra de 1812 fue un conflicto sobre el comercio del cáñamo, Napoleón buscaba cortar la exportación de Moscú hacia Inglaterra (Jack Herer. Emperor Wears No Clothes.)
• Por miles de años el 90% de los amarres, cuerdas y velas de las embarcaciones eran fabricados con fibra de cáñamo. La palabra canvas (lienzo en español) es holandés para cannabis (Webster’s New World Dictionary.).
• El 80% de todos los textiles, telas, vestimentas, sábanas, cortinas, etc. fueron fabricados con fibra de cáñamo hasta los 1820's con la introducción del hilar de algodón.
• Las primeras biblias, mapas, planos, la 1era bandera de Estados Unidos (Betsy Ross), y los primeros bocetos de la Declaración de Independencia y Constitución de los Estado Unidos fueron todos hechos de cáñamo.(U.S. Government Archives.)
• El primer cultivo en muchos de los estados de la Unión Americana fue el cáñamo. 1850 fue el año cúspide para el estado de Kentucky produciendo 40,000 toneladas. El cultivo de cannabis fue hasta el siglo 20 la mayor cosecha del país norteamericano.(State Archives.)
• Hay evidencias arqueológicas que indican que al menos desde hace 5000 años la cultura China se cosechaban plantas de Cannabis, en incluso desde periodos anteriores los antiguos Egipcios basaban toda una industria en el proceso de esta planta.
• Rembrandt, Van Gogh, Gainsborough y muchos otros pintores hacían sus obras de arte sobre linos de fibra de cáñamo.
• En el año 1916, el gobierno estadounidense predijo que para 1940 todo el papel del mundo vendría de la celulosa del cáñamo y que no volvería a ser necesario cortar más arboles para ese fin. Estudios gubernamentales de esa época indicaban que 1 acre de cáñamo produce celulosa equivalente a 4.1 acres de arboles. (U.S. Department of Agriculture Archives.)
• Pinturas y barnices de alta calidad eran fabricados a partir del aceite de semilla de Cannabis hasta 1937, 58,000 toneladas de semillas fueron utilizados en 1935 para la fabricación de pinturas. (Sherman Williams Paint Co. en testimonio ante el congreso de los Estados Unidos en contra de la ley de 1937 "Marijuana Tax Act")
• El primer auto "Model T" de Henry Ford fue fabricado para utilizar aceite de semillas de Cannabis como combustible y además de esto el auto en si fue fabricado a partir de cáñamo. El mismo Ford fue fotografiado en sus campos de cáñamo; el automóvil "crecido de la tierra" constaba con paneles de plástico de cáñamo con una fuerza de impacto hasta 10 veces mayor al acero (Popular Mechanics, Feb. 1938.)
• El cultivo y la producción de Cáñamo no daña el ambiente, se produce 4 veces más pulpa y entre 4 y 7 veces menos contaminación. (U.S. Department of Agricukture Bulletin #404).

La Conspiración
William Randolph Hearst (Citizen Kane) y su compañía Hearst Paper Manufacturing una división de Kimberly Clark eran dueños de miles de acres de terreno destinados a cultivo de maderas. La compañía de Hearst proveía la gran mayoría de los productos de papel de la época. El abuelo de Patty Hearst, quien no escatimaba en destruir grandes terrenos de busque y sin ninguna consideración por la naturaleza se enfrentaba a perder billones por culpa del cáñamo.

En 1937, DuPont patento los procesos para hacer plástico a partir del petróleo y el carbón. El reporte anual de DuPont invitaba a sus socios a invertir en su nueva división de petroquímicos. Materiales sintéticos como el plástico, celofán, celuloide, metanol, nylon, rayón, dacrón, etc. podían ser creados a partir del petróleo, si se hubiera industrializado la producción del cáñamo, esto hubiera arruinado el 80% del mercado de DuPont.

Andrew Mellon se convirtió en el Secretario del Tesoro del presidente Hoover y también era el principal inversionista de DuPont. El nombró al futuro esposo de su sobrina, Harry J.Anslinger, como director de la Oficina Federal de Narcóticos y Drogas peligrosas.

Después de reuniones secretas entre estos magnates financieros, el cáñamo fue declarado peligroso y como una seria amenaza a su negocio multimillonario. Para que sus dinastías permanecieran intactas tenían que eliminar por completo al cáñamo, así que tomaron una tenebrosa palabra del folklore mexicano "marihuana" y la presentaron ante la conciencia publica de los Estados Unidos rodeada de connotaciones racistas de locura y violencia.

Manipulación de los Medios
Una locura de "amarillismo" se desato a finales de los 1920s y 1930s. Los periódicos de Hearst publicaban historias enfatizando los horrores de la marijuana. Las amenazas que presentaba la planta estaba en los titulares y los lectores "aprendieron" que la marijuana era responsable desde accidentes automovilísticos hasta perdida de la moral.

Películas como Reefer Madness (1936), Marijuana: Asesina de la juventud (1935) y Marijuana: La Hierba del Diablo (1936) eran propaganda diseñada por estos magnates industriales para crear un enemigo. Su propósito era ganar apoyo del público para crear leyes anti-marijuana.

Estas son algunas frases de la película The Burning Question, también llamada Reefer Madness:
• un narcótico violento;
• actos de violencia impactantes;
• locura incurable;
• efectos que destruyen el alma;
• bajo los efectos de la droga, el mato a toda su familia con un hacha;
• más terribles, más mortíferos que la heroína y la cocaína es la amenaza de la marijuana!
Reefer Madness al terminar no mostraba el común texto "El Fin" este filme concluía con estas palabras en pantalla: "Dile a tus hijos"

En los años 30s, la gente era muy inocente, incluso al punto de la ignorancia (y ya todos sabemos que tan ignorante puede ser un gringo....). Las masas eran como ovejas esperando a ser dirigidas por los pocos que estuvieran al poder. Ellos no retaban la autoridad y si algo salía en el periódico o lo decían por la radio automáticamente lo aceptaban como una verdad, y así educaban a sus hijos y estos crecieron para ser los padres de quienes en los 60s y 70s empezaron a despertar y pensar por si mismos.

Fue el 14 de Abril de 1937 que la prohibitiva ley del impuesto a la Marijuana, o la ley que termino penalizando el cáñamo, fue presentada ante el Comité de Formas y Medios. Este comité es el único que puede presentar una propuesta ante la casa de representantes si que esta sea revisada por otros comités. El presidente el Senado y de este comité, Robert Doughton, era también un inversionista de DuPont . Él se aseguró de que la propuesta fuera aprobada por el congreso.

El Dr. James Woodward, un médico y abogado, testificó muy tarde por parte de la Asociación Médica Americana. Él dijo al comité que la razón por la que la AMA no había denunciado la Ley del Impuesto a la Marihuana anteriormente fue porque la Asociación se acababa de enterar que la marihuana en realidad era cáñamo.

Poca gente, en esa época, sabía que la mortal amenaza que habían estado leyendo en los titulares de Hearst era en realidad el pasivo cáñamo. La AMA conocía a la cannabis como una medicina milenaria encontrada en numerosos productos curativos vendidos por todo el mundo.

En Setiembre de 1937, la cannabis se volvió ilegal. El cultivo con más usos conocido por la humanidad se convirtió en una droga y nuestro planeta ha sufrido por esto desde entonces.

El congreso prohibió la Cannabis por ser la droga que más violencia causaba. Harry Anslinger, director de la Comisión de Drogas por 31 años, promovía la idea de que la marihuana hacía a quienes la fumaban personas en extremo violentas. Luego, en los años 1950s, al verse amenazados por las ideas del comunismo, Anslinger decía exactamente lo opuesto, que la marihuana pacificaba a los soldados y que estos no querrían pelear en las guerras (Korea y Vietman).

Hoy, nuestro planeta está en un problema desesperante. La Tierra se sofoca conforme grandes aéreas de bosques desaparecen. La contaminación, venenos y químicos saturan la atmosfera y mata a sus habitantes. Estos problemas podrían haberse evitado y aun hoy día podrían revertirse con la industrialización de la producción del cáñamo. Los biocombustibles extraídos de esta planta podrían suplir las necesidades energéticas del planeta con una mínima fracción del impacto ambiental que representa la quema de combustibles fósiles y la tala de árboles. La cannabis representa una verdadera posibilidad ante la actual crisis energética mundial.

Texto original en ingles.
http://www.tpuc.org/content/marijuana-conspiracy

martes, 7 de febrero de 2012

Tres libros y un copete.

La historia de México está llena de presidentes que jamás leyeron un libro en su vida. Vaya, llegamos al extremo de tener presidentes que ni siquiera sabían leer. Vicente Guerrero, héroe de la patria y segundo mandatario en la historia de la República, nunca aprendió a leer y padeció horrores para pronunciar su discurso en su toma de posesión el 1 de abril de 1829.
Pero con toda franqueza, era comprensible y hasta justificable que don Vicente no supiera leer. Un presidente encarnado en el corazón del pueblo, era coherente en su analfabetismo con un pobre país donde más del 90% de la gente no sabía distinguir las letras. De origen muy humilde, este mulato fue un arriero que se sabía de memoria las veredas y los desfiladeros de las sierras del Sur y que tenía una inteligencia natural para el combate en inferioridad numérica y de armamento.
Benito Juárez aprendió a leer a los 18 años, pero sin duda aprendió muy bien. Porfirio Díaz no era analfabeto, pero tampoco era un consumado lector y algo me hace pensar que Victoriano Huerta tampoco era un derroche de cultura, lo mismo que Álvaro Obregón, que pese a ser autor de un libro donde narra sus memorias de campaña, no lo imagino entregado a la lectura.
Ser culto tampoco garantiza ser buen presidente. José López Portillo sin duda leyó muchísimos libros (y escribió otros tantos) y seguro estoy que hubiera respondido con maestría y soberbia si un reportero le hubiera preguntado por los libros que marcaron su vida.
El problema con Enrique Peña Nieto va más allá de su analfabetismo semifuncional. El problema está en lo que hay detrás de esa absoluta ignorancia, de esa superficialidad rampante, de esa barata filosofía de las 140 palabras que le basta para ser favorito en las encuestas. El problema está en el hueco absoluto y el vacío abismal que hay dentro de la cabeza que sostiene ese ridículo copete. El analfabetismo de Peña no me sorprende. Su figura encarna al perfecto bobo que no lee un libro en su vida. Lo que me sigue sorprendiendo y me genera una crisis de rabia e impotencia, es que semejante imbécil sea el favorito para ser el próximo Presidente de México. Vaya, en un país de más de 100 millones de habitantes, donde hay luchadores sociales, científicos, pensadores, profesores, activistas y millones de seres humanos de carne y hueso a los que nos corre sangre por las venas, un cabeza hueca es la única persona que puede soñar con la Presidencia. Lo grave no es Peña, sino el pobre y desgraciado país que va a votar por él.
Lo que me aterra no es la absoluta falta de ideas en la cabeza vacía del mexiquense.
Lo que de verdad me aterra es la cabeza vacía de un país que lo tiene en la cima de sus preferencias. El liderato de Enrique en las encuestas unpésimo síntoma como nación, una señal clara o un termómetro que indica el bajísimo nivel de nuestra autoestima, lo desechables que son nuestros principios si es que existen.
Pienso en los otros candidatos favoritos que hemos tenido en épocas preelectorales y caigo en cuenta de que nunca habíamos caído tan bajo como con el fantoche del copete. Cierto, Vicente Fox no ha leído muchos más libros que Peña. El guanajuatense de las botas es ignorante hasta el hartazgo (y miren que Borges es algo así como una liturgia en mi vida, pero aún así se lo perdono). La diferencia es que a Fox le corría sangre por las venas. Tarado, bruto, dicharachero, pero con una innegable dosis de honestidad que lo hacía humano.
Puedo entender que un votante estuviera enamorado de Fox y me parece comprensible que hubiera carisma en esas botas con bigote. Sin ser un derroche de cultura, seguro estoy que Andrés Manuel López Obrador ha leído muchos más libros que Peña y Fox juntos. Intolerante, ideático, mesiánico y delirante, AMLO no me gustaba nada y de hecho voté en su contra en 2006, pero aun así entendía perfectamente que pudiera seducir a un votante. Pese a todos sus defectos, AMLO me parece una persona honesta, con convicciones, con ideas y sobre todo, con sangre en las venas y un corazón en el pecho.
Entiendo que Fox y López Obrador hayan sido en su momento favoritos y hayan motivado a millones de mexicanos a darles su voto, pero con toda franqueza y con brutal honestidad, debo confesar que aún no puedo entender cómo alguien pueda siquiera considerar darle un voto a Peña Nieto. Con todo y sus defectos y sus fanatismos, Fox y AMLO me parecían tipos honestos. Tipos de verdad.
Peña Nieto me parece la encarnación de la falsedad, de la hipocresía, de la superficialidad. Nada, absolutamente nada me parece auténtico en ese producto del teleprompter, de la frase vacía, del concepto prefabricado. Si Peña se convierte en presidente de México, será la confirmación y el triunfo de la teoría un libro que es ya un clásico y que por supuesto Enrique no ha leído ni sabe que existe. Me refiero al genial Homovidens de Giovanni Sartori.La mexicana es una sociedad teledirigida, una sociedad que le cree ciegamente a López Dóriga y al Teletón.
El triunfo de Peña es el triunfo de esos ridículos platos azules de Ve Tv que infestan como una plaga los desvencijados techos de lámina de las comunidades más pobres de México. El candidato perfecto para una sociedad apática, resignada y apocada a la que no le queda nada mejor que hacer que ver la tele.
El triunfo de Peña confirmaría al peor México.
Como consuelo debo agradecerle a ese ignorante que me haya ayudado a tener las cosas claras. Por lo menos tengo la absoluta convicción de quién no quiero que gane las elecciones.

Por Daniel Salinas Basave*
*El autor es periodista y ganador del premio Estatal de Literatura categoría Ensayo.