lunes, 21 de diciembre de 2009
ASESINATOS EN CUERNAVACA
En toda guerra hay una ética. Aún en aquella contra la delincuencia organizada, los valores que los criminales no respetan, deben ser salvaguardados por la autoridad. De otra manera sucede que, como en la manipulación de las imágenes difundidas por los medios del cuerpo del criminal Arturo Beltrán Leyva, las acciones que generaron el aplauso generalizado y acrítico de la sociedad, se convierta en un escándalo que por lo grotesco y brutal de la forma como las presentaron, también obliga a refl exionar sobre otro tema no menos importante: el cuadro de ilegalidad en el cual se dio la cacería y asesinato del jefe más violento del narcotráfi co en México.En una sociedad tan inmadura en la cultura de la legalidad, plantear en términos éticos y legales la acción de los comandos de la Marina que concluyeron en el asesinato de Beltrán Leyva, siempre es jugar a perder. Lo que opinan personas de todo tipo de educación y niveles socioeconómicos es que si un criminal es asesinado, no importa el método o las formas como se hizo, mucho menos si las acciones que llevaron a ello se enmarcaron dentro del Estado de Derecho. Lo que prevalece es el plazo inmediato (que se elimine al criminal), y no el largo plazo (¿qué impide que los abusos no se puedan repetir con personas inocentes y la guerra sucia se institucionalice?).Hay quienes festinan hoy la muerte de Beltrán Leyva que también se horrorizan cuando la autoridad destruye vidas y prestigios para terminar disculpándose cuando cometen un error. Pero el procedimiento es el mismo. Lo diferente fue que la prominencia de Beltrán Leyva hizo que se olvidara que cuando se abre la puerta de la ilegalidad, de falta de escrúpulos y se le festeja, no sólo se atrapa a delincuentes, sino de inocentes.El episodio de Beltrán Leyva tiene varias aristas.La primera es sobre su asesinato, que en castellano puro, eso es lo que fue. El presidente Felipe Calderón encargó a la Marina la búsqueda de Beltrán Leyva, culpable de acelerar la descomposición en la seguridad del país y elevar los niveles de violencia. Unidades de élite lo rastrearon, lo persiguieron, irrumpieron en casas donde presumían que estaba y atacaron un complejo residencial en Cuernavaca con más de 200 hombres, sin tener un ministerio público federal al lado, ni órdenes de cateo o de aprehensión.Este detalle puede parecer absurdo para muchos, pero no lo es. La manera como actuaron los marinos se inscribe dentro de un estado de excepción, pero el Presidente no ha utilizado los recursos constitucionales a su alcance para decretarlo. Desde el punto de vista jurídico, su guerra es sucia. Pero en la práctica, no sólo es real, sino es nacional y se maneja meta constitucionalmente.Es decir, el Presidente puede utilizar a las Fuerzas Armadas en la guerra contra las drogas y mediante un estado de excepción, que tiene que lograr con el respaldo del Congreso, ordenarles que actúen con la discrecionalidad con la que se comportaron los marinos en Morelos.Lo que hicieron los marinos es lo que está haciendo el Ejército en otras partes, pero los marinos son hoy unos héroes nacionales mientras que los soldados son violadores a los derechos humanos. La única diferencia de fondo es que los marinos acabaron con un muy importante jefe de cártel de drogas, mientras que los soldados han liquidado a personas sin fama alguna. En la realidad jurídica, ambos se mueven sobre el mismo pantano, que es la falta de un marco jurídico que les permita realizar acciones meta constitucionales sin que esas acciones se conviertan en el futuro en prueba irrefutable de violación a la ley.Los marinos y los soldados deben tener presente el enjuiciamiento histórico y político por los años de la Guerra Sucia, donde combatieron a la guerrilla en las mismas condiciones: sin marco legal para hacerlo, y con la premisa de estar defendiendo al Estado.Otra arista tiene que ver con las imágenes del cuerpo inerte de Beltrán Leyva con los pantalones bajados a las rodillas, y su cuerpo tapizado con billetes manchados con sangre. Bajar los pantalones puede interpretarse como una humillación de un militar a quien no es militar; los billetes regados sobre el cuerpo, como una señal de escarmiento. La discusión sobre quién fue responsable, si los marinos o los agentes del Semefo local, no es lo central. Si los marinos no fueron directamente responsables de uno o de los dos casos, sí lo son por omisión. En todo caso, el resultado no difi ere en nada de las narcomantas o de los mensajes que dejan los narcos sobre los cuerpos de sus ejecutados. Es decir, la patología mostrada por quienes manipularon la escena del crimen, es la misma de los sicarios: demostrar fuerza y provocar terror.Esta arista se conecta con el discurso contra la apología del delito, que ha generado censuras en materia de libertad de expresión. Si los marinos actuaron como justicieros ante la ausencia del marco legal, la difusión de esas imágenes ¿no hace también apología de un delito aunque sea por razones que se presumen buenas? ¿Por qué permitieron la entrada a medios a grabar escenas de crimen no terminadas de revisar, o se entregaron grabaciones ofi ciales a la prensa? Cuando el gobierno difunde sus imágenes propagandística es información; cuando los medios difunden imágenes no ofi ciales, es apología del delito. Es el doble rasero ético, que pasa tan desapercibido como los spots del gobierno federal donde difunden imágenes de narcotrafi - cantes con los cerros de dinero, de sus automóviles de lujo y de las legiones de hermosas mujeres a su alrededor. ¿Cuál es la diferencia entre los corridos de narcos y esta invitación a una vida mejor para quienes no tienen una? Todo está revuelto en este México que vive una guerra civil pero con leyes de nación en paz. Esta disonancia legal genera problemas innecesarios y facturas que se tendrán que pagar, tarde o temprano.No es un asunto de detener la guerra. Ya la iniciaron y ahora tiene que terminarla el gobierno. Es una guerra ética, en la cual todo el país puede y debe sumarse a ella. Pero se requiere que le den el marco legal. RAYMUNDO RIVA PALACIO
domingo, 13 de diciembre de 2009
México Kafkiano o “Quiero ser diputado”…
Al menos es lo que pensamos más de 50 millones de mexicanos que apenas salimos “a flote”, cuando observamos cómo estos funcionarios públicos se reparten el presupuesto de manera discrecional y en sólo 3 meses de ocupar la curul, se llevarán la desgraciada suma de 244 mil 941 pesos para su Navidad y Año Nuevo.
¿Cómo la ve?
Este jueves, como parte proporcional del aguinaldo, la Cámara les autorizó 46 mil 400 pesos; como asistencia legislativa, 20 mil 349; por asistencia ciudadana, 12 mil 787 pesos; como canasta navideña 4 cuatro mil 500 pesos y como regalo decembrino 8 mil 500 pesos en vales de despensa.
Pero eso no es nada.
Pero eso no es nada.
De acuerdo a informes de la propia Secretaría General de la Cámara de Diputados, éstos recibirán hoy su salario mensual de 77 mil 888 pesos, además de 45 mil 786 pesos para la “asistencia legislativa” y 28 mil 772 para actividades de “gestión y atención ciudadana”.
En la Cena de Navidad y Año Nuevo, cada uno de los 500 diputados federales tendrán en sus cuentas bancarias su sueldo íntegro, por lo que en total, si es que no tranzaron o chantajearon a alguien, gozarán de la nada despreciable suma de 244 mil 982 pesos.
A Usted y a todo digno trabajador que labora hasta 16 horas por un “diario” que en ocasiones llega a los 100 pesos, les costará 122 millones 491 mil pesos el regocijo familiar que se darán quienes levantan el dedo índice para señalar a dónde se va el erario público.
Información de Excélsior, asegura que “legisladores consultados confirmaron que ya han recibido sus depósitos a la cuenta bancaria que abrió para ellos la Cámara de Diputados desde que tomaron posesión de su cargo, el primero de septiembre pasado”.
Así mismo, que “la Legislatura actual de la Cámara de Diputados simuló para este año un recorte a su presupuesto aprobado en el paquete de Egresos de la Federación para 2010. Pero no ocurrió así y lo revelan los propios números de San Lázaro”.
Y que “de 2008 a 2009 el gasto de la Cámara baja se incrementó 12 por ciento, es decir, 550 millones de pesos, tres veces por encima de la inflación, pues como llegaba a su fin la LIX Legislatura, los diputados garantizaron su bono de marcha y caja de ahorro por tres años de labor”.
Aunque en lo personal sería vergonzoso y patético incursionar en la vida política, no deja de representar una “tentación” y hasta una “envidia” el no poder soñar siquiera en 5 años, con la mitad de lo que los señores diputados se echarán a la panza esta Navidad.
> Y esa misma noche, 60 millones de mexicanos no verán un plato de comida en su mesa.
Aunque en lo personal sería vergonzoso y patético incursionar en la vida política, no deja de representar una “tentación” y hasta una “envidia” el no poder soñar siquiera en 5 años, con la mitad de lo que los señores diputados se echarán a la panza esta Navidad.
> Y esa misma noche, 60 millones de mexicanos no verán un plato de comida en su mesa.
Tomado de Internet.
lunes, 7 de diciembre de 2009
“El valioso tiempo de los maduros”
“..Conté mis años y descubrí que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante; que el que viví hasta ahora...
Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados. No tolero a maniobreros y ventajeros. Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditara los más capaces, para apropiarsede sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo,de los defectos que genera lalucha por un majestuoso cargo. Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.Quiero la esencia, mi alma tiene prisa...
Sin muchas golosinas en el paquete...Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.Que sepa reír, de sus errores.Que no se envanezca, con sus triunfos.Que no se considere electa, antes de hora. Que no huya, de sus responsabilidades.Que defienda, la dignidad humana.Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y lahonradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazónde las personas….Gente a quien los golpes duros de la vida,le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí…. tengo prisa… por vivir con la intensidad, que solo la madurez puede dar. Pretendo no desperdiciar parte alguna,de las golosinas que me quedan…Estoy seguro que serán más exquisitas,que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás....."
Mario de Andrade Poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño (1893-1945)
Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados. No tolero a maniobreros y ventajeros. Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditara los más capaces, para apropiarsede sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo,de los defectos que genera lalucha por un majestuoso cargo. Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.Quiero la esencia, mi alma tiene prisa...
Sin muchas golosinas en el paquete...Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.Que sepa reír, de sus errores.Que no se envanezca, con sus triunfos.Que no se considere electa, antes de hora. Que no huya, de sus responsabilidades.Que defienda, la dignidad humana.Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y lahonradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazónde las personas….Gente a quien los golpes duros de la vida,le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí…. tengo prisa… por vivir con la intensidad, que solo la madurez puede dar. Pretendo no desperdiciar parte alguna,de las golosinas que me quedan…Estoy seguro que serán más exquisitas,que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás....."
Mario de Andrade Poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño (1893-1945)
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