lunes, 31 de diciembre de 2012

El público silencioso contra la incultura


A veces me parece que vivo en un mundo esquizoide. Por un lado, muchos de los best-sellers actuales son monumentos a la peor literatura light. He intentado leer algunos ―pensando nostálgica y erradamente que podría encontrarme con algo semejante a aquellos éxitos editoriales de otras épocas como El nombre de la rosa, Bomarzo o Sinuhé el egipcio―, pero al final siempre son el tipo de libros que, tan pronto termino de leer (si es que los leo hasta el final), me dejan un espantoso vacío y una desagradable sensación de haber malgastado horas preciosas de mi vida.

Por otro lado, los medios masivos (desde la televisión hasta publicaciones supuestamente serias) promueven entrevistas a dudosos cantantes e intérpretes cuyo único talento consiste en disfrazarse de mamarrachos… supongo que con la intención de hacernos olvidar su total incapacidad para cantar o componer algo que valga la pena.
Uno podría pensar que el mundo del arte ha perdido todo tipo de valores, que el público sólo quiere escuchar canciones con letras incoherentes y plagadas de groserías, o que los lectores sólo siguen series aburridas y repetitivas de vampiros adolescentes o narraciones de un erotismo gris para amas de casa. Pero al mismo tiempo, de manera inexplicable, no dejo de escuchar comentarios de personas hartas de toda esa parafernalia farandulesca que parece haberse apoderado de los medios. Es como si existiera una corriente underground de gente que anhela y añora la buena literatura, la buena música, el buen arte… aunque, quizás apabulladas por lo que las rodea, parecen casi temerosas de expresar lo que quieren, como si exigir algo diferente fuese un crimen de lesa época.
Vivimos en medio de un caos donde el concepto de arte se confunde con el de farándula, aunque es obvio que existe un público silencioso que se siente minimizado e ignorado por los medios de difusión y de mercadeo: cómplices de una banalidad a la que deberían combatir o, al menos, servir de tamiz crítico.
No sé si todo es parte de una crisis generalizada que algún día terminará. No sé si las aguas volverán a su nivel. Por mi parte, intento subsistir en el vórtice del desbarajuste cultural. Me dedico a bucear, en medio de este océano confuso, para encontrar autores clásicos del pasado y unos pocos contemporáneos que, sin tanta alharaca mediática, continúan creando sin hacer concesiones al mercado. Tal vez muy pocos de ellos salgan a menudo en la prensa, pero sus obras se han convertido para mí en una opción ineludible. Ellos son, hoy por hoy, la diferencia entre mi supervivencia espiritual o morir de asfixia ante la avalancha de mediocridad que amenaza con arrastrarnos a todos.

sábado, 22 de diciembre de 2012

En busca de lo positivo de los tiempos, promoviendo la LECTURA.


Grincheando


Desde la aparición de Mr. Scrooge ningún otro personaje navideño había tenido la capacidad de penetrar en el imaginario colectivo hasta la llegada de El Grinch. Bien conocido ya de todos gracias al filme protagonizado por Jim Carrey, en realidad este extraño personaje es una más de las excéntricas creaciones del Doctor Seuss, pseudónimo de Theodor Seuss Geisel (1904-1991), uno de los grandes maestros de la caricatura y el cuento infantil modernos. 

Seuss es una figura todavía poco conocida en nuestro país, aunque el cine, con las recientes versiones de sus historias de El gato en el sombrero, Horton o el propio Grinch, nos lo esté descubriendo al fin. Tan importante y popular como Baum o incluso Disney, el Doctor Seuss se convirtió en el heredero estadounidense de la tradición del nonsense, ejemplificada por Lewis Carroll o Edward Lear, llegando a crear un auténtico universo de juegos de palabras, términos ficticios, verbos inventados y nombres imposibles, que riman de forma ingeniosa y original. Así está escrito también Cómo El Grinch robó la Navidad, publicado en 1957, cuyo éxito transformaría su personaje central en protagonista de varios filmes de animación y convertiría su nombre, como el de Scrooge, en sinónimo de persona antipática, gruñona y asocial. Pero ¿quién es El Grinch? Aunque la edulcorada versión de Hollywood le dé un pasado y motivos para ser como es, lo cierto es que es básicamente un duende antipático y gruñón, con un aspecto más parecido al del yeti o el bigfoot que al de un elfo. Su odio a la alegría navideña y los regalos le llevará, anticipándose al personaje de Tim Burton (MÁS ALLÁ, 205), a planear cómo “robar” la Navidad, disfrazándose de Santa Claus y despojando a sus vecinos –los whos, fantásticos seres bondadosos– de sus preciosos presentes y manjares navideños... solo para descubrir que, al fin y al cabo, la Navidad no es cosa de bienes materiales, sino un espíritu y un sentimiento puros, que acabarán conquistándole. El Doctor Seuss, cuyo uso de la rima, la repetición y las palabras inventadas ha sido asociado frecuentemente a la hipnosis –tema recurrente en Seuss, que aparece también en la genial película Los 5.000 dedos del Dr. T (1953), inspirada en su obra– y hasta con interpretaciones cabalísticas y esotéricas, quiso y consiguió con su cuento denunciar el materialismo y el comercialismo que habían invadido el espíritu navideño. Lo que Dickens reinstaurara felizmente ha llegado a ser, como bien sabemos todos, un exceso mercantilista y consumista en el que cualquier genuino sentimiento navideño se pierde por completo. Precisamente para poner en evidencia esta situación, Seuss, ecologista e individualista acérrimo que odiaba el mundo moderno y su materialismo tecnológico, utiliza el personaje aparentemente malvado de El Grinch. Sin él, sin su cinismo gruñón, su mezquino humor y su maligno ingenio, la Navidad no podría resurgir, rescatada de sí misma. Está claro que para Seuss y sus millones de fans, El Grinch es un personaje irremediablemente simpático y fascinante que comparte con Mr. Scrooge su odio a la Navidad pero, a diferencia de este, no posee connotaciones de inmoralidad o abuso social.
El Grinch es el opuesto justo y necesario de Santa Claus: usurpando su papel nos redescubre el verdadero sentido navideño. De hecho, tan popular será El Grinch que en sus siguientes aventuras recuperará de inmediato su naturaleza gruñona, que le aproxima más a Halloween que a la Navidad.

Pesadillas navideñas


La mejor y más popular aportación contemporánea a esta tradición de cuentos fantásticos navideños iniciada por Dickens ha sido, sin duda, Pesadilla antes de Navidad, película dirigida por Henry Selick en 1993, pero producida y diseñada porTim Burton según su cuento para niños. La historia de cómo Jack Skellington, el espíritu de Halloween, intenta robar la Navidad sustituyendo a Santa Claus, con la mejor de las intenciones y el más grotesco y divertido resultado, posee un carácter arquetípico comparable al del cuento de Dickens o al del personaje de El Grinch. Naturalmente, el mundo de Burton deriva de sus pasiones cinematográficas y literarias y es, sobre todo, el de la reivindicación del marginado, del raro, del freak.

Pero esta visión positiva de lo oscuro y diferente tiene en este caso una clara lectura luciferina, ya que basta sustituir el país de Halloween por el Infierno y el país de la Navidad por el Cielo para que Jack se convierta en el Ángel Caído de Milton. Como explica Jordi Sánchez Navarro, “revuelta prometeica; y también luciferina. Como Prometeo, Jack Skellington, extraviado en un espejismo, se siente capaz de acometer una empresa propia de dioses, y esa inconsciente soberbia lo convierte en un más que evidente personaje luciferino. Con una salvedad: tanto Lucifer –el arcángel soberbio–como Prometeo son figuras que encarnan la conspiración empecinada –a veces, frente a la injusticia–, mientras que Jack Skellington cae, a las primeras de cambio, en la cuenta de su propio error y lo repara con celeridad. Quizás es mucho pedir a un film auspiciado por Disney que un sublevado sea premiado con el éxito” (Tim Burton. Cuentos en sombras. Glénat, 2000). Pero a pesar del triunfo final del “orden”, Jack Skellington, alter ego quizá de su creador, quien desde dentro del propio Hollywood intenta subvertir una y otra vez sus normas, no se arrepiente de nada y canta a la cadavérica luz de la luna que, si tuviera que volver atrás, repetiría de nuevo su locura. Y ese es, sin duda, el verdadero espíritu navideño, tal y como lo “ocultan” entre líneas los mejores cuentos de Navidad.
Jesús Palacios.

martes, 18 de diciembre de 2012

Las Letras para Hoy. XHCD-FM Zoom95,


Primer participación 11 de Diciembre 2012.

XHCD-FM Zoom95 Radio alternativa e independiente de Hermosillo, Sonora que comparte la verdad y el Rock Alternativo (FM 95.5 del cuadrante)

Como parte de los esfuerzos orientados a difundir la literatura y la lectura en general, esta radio Zoom95,  me invito a participar y aquí estamos para lograr ese objetivo tan importante como  es sembrar la semilla de la necesidad de saber y satisfacerla vía la palabra escrita.

Y como dijo el poeta Estadounidense, James Russell Lowell, de la generación de poetas americanos del siglo 19,

 Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra. 

 Entonces, entonces…. hablemos de libros.

Empecemos con…

ETICA DE URGENCIA
De: FERNANDO SAVATER Año: 2012  No. de páginas: 166 Idioma: ESPAÑOL
La política, el 15-M, las nuevas tecnologías, Internet y las descargas ilegales, los abusos de poder, las contradicciones del capitalismo, la fuerza y la debilidad de la democracia, pero también la belleza, la muerte, la solidaridad.
¿Cómo saber lo que piensan los jóvenes? Preguntándoselo. Una respuesta aparentemente sencilla, que esconde una gran dificultad. Porque hay que saber preguntar, hay que saber ponerse en el lugar de los jóvenes, ganarse su confianza. Escuchar y a la vez aconsejar, opinar, posicionarse. Fernando Savater realizó una serie de encuentros con alumnos jóvenes y respondió a las inquietudes que le planteaban. De ahí, salió este libro, esta ética de urgencia, que nos avisa de las inquietudes de los que gobernarán el mundo del mañana. Una obra que representa el regreso de Fernando Savater al diálogo con los adolescentes sobre las cuestiones morales que más les preocupan; el territorio donde cosechó su mayor éxito editorial: Ética para Amador. Un libro que recupera la confianza en el poder del diálogo para convencer y avanzar. Una travesía que guarda un asombroso parecido con las preocupaciones del resto de ciudadanos, pero expresadas con el entusiasmo, el empuje, la indignación y la urgencia de quienes en breve heredarán las responsabilidades del mundo..

LA EMOCION DE LAS COSAS  De: ANGELES MASTRETTA

Un libro enérgico, sabio y hermoso. Un recorrido apasionante por la historia de los propios padres, los abuelos, la búsqueda de los orígenes mezclados entre Italia y México, la curiosidad por tiempos idos que arrancan con la independencia y pasan por la revolución y la segunda guerra mundial; pero también la entrega tenaz al día a día, la novela personal que nace de las entrañas, esculpida a base de honestidad y algunos temores, llena de tribulaciones y reflexiones sobre una ciudad invivible pero irremplazable, la infancia idílica, el dolor temprano, la audacia juvenil y las decisiones asumidas a despecho de los credos y los miedos generalizados; el pasmo ante la naturaleza y la tecnología por igual, los senderos secretos del afecto y la creación literaria. Un canto de sirena que recupera el gozo casi infantil por escuchar historias, por descubrir otra forma de mirar la realidad, por reconocer aquellos fragmentos vitales acerca de la pasión, del asombro, de la emoción de las cosas."


Julio Cortázar (Argentina, 1914-1984) 

BIOGRAFIA: (2869) 

Escritor argentino que fue un renovador del género narrativo, especialmente del cuento breve, tanto en la estructura como en el uso del lenguaje. Aunque nació en Bruselas, vivió en París la mayor parte de su vida -ciudad en la que murió- y en 1981 se nacionalizó francés, como protesta ante la toma del poder de las diferentes juntas militares en Argentina, es un autor argentino plenamente integrado en la literatura hispanoamericana. 


Rayuela (1963)

Rayuela (1963) es la gran novela de Julio Cortázar. El libro donde el escritor argentino supo condensar sus propias obsesiones estéticas, literarias y vitales en un mosaico casi inagotable donde toda una época se vio maravillosamente reflejada. 

El amor turbulento de Oliveira y La Maga, los amigos del Club de la Serpiente, las caminatas por París en busca del cielo y el infierno tienen su contra cara en la aventura simétrica de Oliveira, Talita y Traveler en una Buenos Aires teñida por el recuerdo. 

La aparición de Rayuela fue una verdadera revolución dentro de la novelística en lengua española: por primera vez, un escritor llevaba hasta las últimas consecuencias la voluntad de transgredir el orden tradicional de una historia y el lenguaje para contarla. El resultado es este libro único abierto a múltiples lecturas, lleno de humor, de riesgo y de una originalidad sin precedentes. 

lunes, 8 de octubre de 2012


¿Cuántos funerales faltan?

Ciudad de México, México (6-Oct-2012).
La pregunta no es cuántos días le quedan a la administración calderonista, sino cuántos funerales faltan. Con broche de plomo cierra el sexenio.
El autoelogio es el balance de la gestión calderonista, pero la realidad -y la realidad, en estos días, es sinónimo de calamidad- se encarga de poner en su lugar al mandarín y exhibir el desastre que deja por herencia. Muerte sin fin, impunidad inagotable, violencia extrema, ingobernabilidad, secuestro de libertades y derechos y la peor de las certezas: el término de su sexenio no supone el fin de la tragedia.
La caída del telón no podía ser otra. Desde los primeros días, el mandatario renunció a su vocación política para aficionarse por la guerra y, como un aprendiz de brujo, se aventuró en ella creyéndose un gran estratega. No se va un presidente de la República sino un comandante supremo perdido en su laberinto, impedido a declarar: tengo las manos limpias.
En su aturdimiento, construye un memorial sin nombres no para recordar, sino para olvidar lo ocurrido. Afortunadamente su Estela queda como símbolo mayor de su monumental fracaso.
No es para menos, las cosas se hicieron al revés.
El comandante se fue a la guerra sin considerar el estado ni el equipamiento de sus tropas, sin conocer la talla ni el peso del enemigo, sin tener claro el terreno donde libraría sus batallas y olvidándose de convocar a sus aliados para, luego, reclamarles hacer su parte. Se solazó haciendo cualquier cantidad de prisioneros de guerra para, mucho más tarde, darse cuenta de que no tenía dónde ponerlos y carecía del aparato judicial necesario para someterlos al peso de las leyes. Hasta la casaca que un día resolvió vestir le quedó grande.
Una y otra vez desoyó la exigencia de replantear su estrategia porque, por esos días, no faltaron quienes querían ponerle una corona de olivo sobre sus sienes, poniendo en alto su valentía para, mucho después, mirar con asombro la pila de muertos que acumulaba su osadía.
El legado del calderonismo es terrible. El Estado es una quimera en múltiples regiones del país. La democracia lejos de consolidar derechos y libertades fundamentales, los pierde o limita. La inversión requiere considerar los costos extras que la inseguridad provoca o, si se quiere, el impuesto de guerra, el doble tributo establecido por las fuerzas en conflicto. La soberanía se achica frente a acuerdos bilaterales suscritos con Estados Unidos, desconocidos por el Senado de la República, que ni siquiera pregunta a qué agencia pertenecen los oficiales estadounidenses emboscados por la más profesional de nuestras policías.
Lo peor de ese legado es que, en la dinámica del gasto que todo conflicto provoca, se insertó al país en una lógica de guerra, donde de pronto los criminales son el complemento imprescindible de las fuerzas del orden para sostener el ritmo de crecimiento de su presupuesto económico y su peso político. Todo mientras el tráfico de droga se sostiene, el consumo de ellas crece y la actividad criminal se diversifica llevando su negocio al campo de la sociedad. Piso al que no pague el derecho de piso.
Asombra que todavía haya quienes teman una involución política con el regreso del partido tricolor al gobierno, cuando la evidencia es otra: a lo largo de 12 años, el panismo dejó de hacer lo necesario para asegurar la consolidación de la democracia y el fortalecimiento del Estado de derecho y, por acción u omisión, hizo lo necesario para reponer el México bronco que tanto criticaba. Asombra que el comandante no acabe de entender por qué perdió el poder su partido.
Al reclamo de no más sangre, el comandante respondió diciendo no voy a quedarme de brazos cruzados... y, en vez de ocupar a plenitud la residencia de Los Pinos, le tomó gusto al Campo Marte.
Más allá de cuántos funerales faltan para concluir el sexenio, urge saber si el peñismo cuenta con la visión, la estrategia, el equipo y los instrumentos para privilegiar la vida, el derecho, la libertad y el desarrollo por encima de la muerte, la arbitrariedad, el autoritarismo encubierto y el empantanamiento.
Importa porque, aunque ahora, a punto de salir de Los Pinos y del país, el comandante se empeña en diversificar los temas de su agenda para tender un manto sobre el cementerio que lega, el país reclama una visión de Estado para remontar el desastre y la tragedia. Acciones verdaderamente calculadas y estudiadas de corto, mediano y largo plazos para constituir un gobierno de soluciones y salir de la cultura panista de la simple administración de los problemas.
La circunstancia en que Enrique Peña Nieto recibe el país es complicada en extremo. Algunas acciones o iniciativas cosméticas, como las vistas, pueden ser un bálsamo para generar otro ánimo nacional, pero la exigencia es actuar a fondo, rápida y certeramente. A ese complejo desafío se agrega otro: si bien el peñismo hizo suya la elección, nadie salió a celebrar su triunfo. Por el contrario, más han salido a cuestionarlo que a festejarlo. No se ha escuchado el grito de "no nos falles", como se imploró con esperanza pero infructuosamente a Vicente Fox. Es claro, entonces, que el periodo de gracia que se concede a toda nueva gestión es, si existe, mucho más reducido.
El broche con que Felipe Calderón cierra su gestión condena a Peña Nieto a resolver una contradicción: correr con pies de plomo. Pasos firmes y seguros a gran velocidad para gobernar en serio y darle otra perspectiva al país. La operación no es sencilla, sobre todo si, esta vez, no se buscará refugio en los intereses creados sino amparo en la ciudadanía. Enrique Peña tendrá que traicionar a muchas de las fuerzas y los intereses que lo impulsaron si quiere desarmar la estructura de privilegios e impunidades para construir el edificio del derecho, la justicia y el desarrollo.
Insistir en las reformas estructurales en este o aquel otro campo como condición ineludible para actuar, puede no ser la mejor manera de empezar a caminar. Si algo faltó durante los últimos años fue imaginación, osadía y acción política. La ausencia de las reformas estructurales llegó a convertirse en el pretexto para no hacer nada.
Falta tiempo para dar por concluido uno de los más tristes capítulos de la historia reciente del país, pero es menester alentar la idea de realizar la hazaña de recolocar al país sobre los rieles de la concordia para dejar correr el desarrollo político, económico y social, en la vía de la libertad, la justicia y el derecho.

Agencia Reforma  / Por René Delgado / sobreaviso12@gmail.com

miércoles, 20 de junio de 2012

Dario Sztajnszrajber: Vómito de perro (sobre la confesión imposible)

Esta publicación la tome del muro de Maria Cabral en Facebook, fascinante. 
Dicen que la palabra sana, pero a mi las palabras me dan miedo. Dicen que hay que buscar las configuraciones invisibles, pero a mi las construcciones lingüísticas me esclavizan, me someten, me abochornan. Recorrer el habla para poder escuchar no su sentido, sino su sonido. Recorrer el habla no para, o sea recorrerla para nada. ¿Pero por qué la palabra siempre abre nuevas significaciones? ¿Por qué la palabra reproduce más palabras que intentan dar sentido con palabras a lo que se supone que implica otro sentido, otras palabras que no son las que se muestran? Anhelo ese Edén donde las palabras reflejaban la verdadera naturaleza de las cosas, aunque siempre me quedará el sinsabor de no haber podido clasificar a la palabra como una cosa. La palabra no es una cosa, pero las cosas se nos presentan como palabras. Un mundo siempre asimétrico que nos exige poner orden. ¿Pero no es el orden un castigo? En definitiva, ¿qué es una palabra? Si ya la privamos de todo realismo, ¿no es todo lenguaje en algún sentido una confesión? ¿Y no es toda confesión, en otro sentido, la sustanciación de esta puesta que somos y que pretende incesantemente romper la dicotomía entre lo verdadero y lo falso? Pero hay algo peor (o mejor): ¿no es toda confesión, en última instancia, una manera de pedir perdón? Así la ciencia pide perdón por la manipulación de la naturaleza y así el arte pide perdón por hacernos digeribles los sinsentidos. Así la política pide perdón por ocultar las injusticias originarias y así la religión pide perdón por que no hay perdón. No, no lo hay. Nadie termina nunca de salirse de sí mismo, nadie se expropia. Nadie perdona dice Derridá lo imperdonable y por eso el perdón es imposible. Dar es imposible. Los vínculos son imposibles. Lo único posible es parece terminar siendo esta podredumbre que se interioriza en este olor que algunos llaman el yo. Es que la confesión nunca arranca las entrañas, no es entrañable. Nada es entrañable, sino que lo que duele y lo que goza siempre es del otro. La confesión es para otro. Es siempre esa puesta donde se juega la tensión entre lo que ya no quiero ser y lo que ya se que no voy a querer ser mañana cuando lo sea, y sin embargo lo único que importa es que el otro te crea y esa doble mentira (el otro que te miente para que uno se mienta) te transforme. Te convierta. Toda confesión es una conversión, pero nunca es honesta. La honestidad no existe. Honestos son los perros que te chupan porque quieren comer. Lo humano cuando es perro es honesto, pero cuando es humano se confiesa. Toda la cultura es una confesión: lo humano se pide perdón a si mismo, pero incluso ese pedido es siempre parcial. Todo lo imposible se arrastra sobre las posibilidades de lo posible. Vivimos arrepintiéndonos porque todo siempre pudo ser de otra manera, pero la desidia ontológica puede más y uno no mueve o ni siquiera sabe cómo podría hacer para mover. Quedamos perplejos y en esa hiancia empezamos a llorar. Un llanto escondido es siempre una confesión. Sabemos por qué lloramos, pero no lo sabemos con la mente y entonces suponemos que no lo sabemos cuando en realidad lo sabemos porque el saber se mueve por otros lados. Se mueve por lo imposible. Y son esos lados los que desacomodan toda estantería que se mantiene en pie gracias a esos dos pilares en los que uno tanto cree y que un día o un minuto o un segundo, cuando los fuimos a revisitar, ya no estaban. Confieso que creía, pero no se por qué ya no creo más, o más bien paso a creer en otra cosa, ya que la desvinculación absoluta es también una creencia y si dejo de creer en lo que creo es porque estoy creyendo ya en algo más aunque todavía no sepa en qué. Solo debo abrir la boca y vomitar palabras. Solo debo vomitar. A mi las palabras me dan miedo porque todo me da miedo y porque todo es palabra. A mi el vómito me da miedo porque tengo miedo que un día me salga de adentro todo lo que no tengo y que es lo único que desearía seguir sosteniendo. A mí. Necesito confesarme sin ser yo. Creo que la única confesión posible es aquella donde otros hablan por mí. Desde mí. Solo cuando yo me confieso, no me confieso. El vómito también es de los otros. Llegará el día en que por suerte todo se olvide. Solo el olvido no se confiesa. Sobrevivir es un acto de olvido. Necesito pedir perdón por todo lo que olvido y en especial por este olvido constante con lo que me rodea. No se trata de un olvido amnésico, ya que recuerdo lo que olvido. Se trata otra vez de una ontología. Todo resulta demasiado escabroso como para que, además, debamos hacernos cargo de lo que igual nos excede. El problema no es el mundo sino la falsa responsabilidad que enajenamos de creer que nunca moriremos si nos hacemos cargo de todo. ¿Pero qué es hacerse cargo de todo? ¿No es no hacerse cargo de nada? ¿Quién entrará al cielo al final? ¿Aquel que se la pasa lamentándose o aquel que se la pasa haciendo cosas creyendo que de ese modo está haciendo cosas? ¿Aquel que se vomitó encima o aquel que como en ese poema de Baudelaire, regaló la moneda falsa? Sí, la moneda falsa. Esa que entregamos todo el tiempo a todos en el tiempo. Toda confesión es una moneda falsa. Toda moneda es falsa. Toda confesión es una moneda. Pero todo intercambio nunca es honesto y por eso los perros no utilizan monedas. Los perros no se confiesan. Quiero ser un perro. Soy un perro. Confieso que soy un perro. No soy un perro. Espero que algún día alguien me perdone. Espero que algún día pueda perdonarme. Espero que algún día el perdón pueda perdonarme. Soy casi un perro, creo que lo voy a lograr. La palabra definitivamente no sana, sino enferma. La palabra enferma la palabra. Algún día dejaré de hablar. Algún día todo será vómito… 

domingo, 20 de mayo de 2012

LAS 10 TÉCNICAS DE MANIPULACIÓN MEDIATICA. NOAM CHOMSKY

1. La estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
 

martes, 15 de mayo de 2012

NUEVA LEY RAJOY

Ley de Reforma del Congreso de 2011 (enmienda de la Constitución de España)


1. El diputado será asalariado solamente durante su mandato. Y no tendrá jubilación proveniente solamente por el mandato.


2. El diputado contribuirá a la Seguridad Social. Todo el mundo (pasado, presente y futuro) actualmente el fondo de jubilación del Congreso pasará al régimen vigente de la Seguridad Social inmediatamente. El diputado participará de los beneficios dentro del régimen de la Seguridad Social exactamente como todos los demás ciudadanos. El fondo de jubilación no puede ser usado para ninguna otra finalidad.


3. El diputado debe pagar su plan de jubilación, como todos los españoles. 


4. El diputado dejará de votar su propio aumento de salario. 


5. El diputado dejará su seguro actual de salud y participará del mismo sistema de salud que los demás ciudadanos españoles 


6. El diputado debe igualmente cumplir las mismas leyes que el resto de los españoles 


7. Servir en el Congreso es un honor, no una carrera. Los diputados deben cumplir sus mandatos (no más de 2 legislaturas), después irse a casa y buscar empleo.

Peña Nieto, candidato a conveniencia.

El lado oscuro de Enrique Peña Nieto
MÉXICO, D.F. (Proceso).- En los últimos seis años Proceso publicó decenas de reportajes sobre las andanzas del actual candidato presidencial priista, así como en torno a sus alianzas con los poderes político, económico y mediático, con especial énfasis en la construcción totalmente artificial que se ha hecho de su imagen como político. Buena parte de ese material aparece compilado ahora en El lado oscuro de Enrique Peña Nieto, volumen puesto en circulación por editorial Planeta a finales de abril. Las campañas electorales lo trastocan todo. El avasallante bombardeo de publicidad, los promocionales de los partidos y sus candidatos; del árbitro electoral, y aun de los innumerables posts que inundan las redes sociales aceleran los tiempos políticos. Hoy, los contendientes son figuras cotizables en un mercado electoral donde las técnicas del marketing marcan la pauta. Tiempo de vanidades exacerbadas, de dispendio y vacuidad donde lo mismo vale una pifia que un discurso bien estructurado… lo urgente ahora es posicionar al candidato. La realidad política parece estar hipotecada, controlada por ese marketing y por los poderes fácticos, virtuales; son ellos los que manipulan el escenario. Atrás quedó la época en la cual los partidos difundían entre los potenciales votantes sus plataformas y sus militantes lo prometían todo para ganar el voto ciudadano. Pero la construcción de los nuevos iconos políticos llegó para quedarse. Y es en este escenario en el que el priista Enrique Peña Nieto se ha venido cobijando con el apoyo incondicional del consorcio de avenida Chapultepec. Para el conglomerado de Emilio Azcárraga Jean, el mexiquense es el candidato-icono más conveniente: maleable, siempre correcto, ajeno a la confrontación y, acaso lo más rentable en materia política, el consentido del mítico Grupo Atlacomulco que desde mediados del siglo pasado intenta sentar a uno de los suyos en la silla presidencial. Televisa también lleva años trabajando en esa misma dirección con Peña Nieto para colocarlo como el favorito entre el electorado. Él es el “rostro telegénico”, como escribe el reportero Jenaro Villamil en el prólogo del libro El lado oscuro de Enrique Peña Nieto (Planeta, 303 p.), que comenzó a circular a finales de abril. El volumen reúne los trabajos de los reporteros de este semanario que han seguido paso a paso las andanzas del priista, sus padrinos políticos y virtuales, así como sus circunvoluciones políticas durante los últimos seis años. En sus páginas, Proceso ha documentado “la otra cara de la fábula rosa que se promovió en todo el país. Incómodos los reportajes sobre la ‘sombra del narco’ en el Estado de México. Silenciados los documentos que confirmaban la existencia de un ‘Plan de Acción’ de Televisa para llevar a la Presidencia de la República a Enrique Peña Nieto, publicados desde octubre de 2005. Opacos los gastos y las alianzas para lograr la ‘recuperación electoral’ del PRI en la entidad más poblada del país. “Bajo el rostro apuesto de un gobernante joven, telegénico, se encubren las redes del expresidente Carlos Salinas, de la tecnocracia de Ernesto Zedillo, de la operación electoral con Elba Esther Gordillo, así como los beneficios a los grandes capitales privados a través de los 120 mil millones de pesos invertidos en obras públicas incompletas”, escribe Villamil en este libro de imprescindible lectura. En 40 reportajes, Proceso retrata con nitidez al Peña Nieto político, al candidato, al rehén de Televisa y documenta su inocultable ambición por llegar a Los Pinos acompañado por el PRI y sus nuevos aliados, como expone Villamil. Farándula y política Tiene 45 años y una idea fija. Una sola: ganar los comicios presidenciales del próximo 1 de julio. Lleva más de un lustro preparándose para ello. Sin embargo, desde que incursionó en la política mexiquense, apadrinado por Arturo Montiel Rojas, Peña Nieto quedó marcado por el sino de la corrupción, pues trabajó como subcoordinador financiero en la gestión de su tío, de quien tuvo que deslindarse cuando éste se vio inmerso en el escándalo. Apenas llegó al palacio de gobierno mexiquense en 2005, Peña Nieto se acercó a Televisa y, no sin escándalos familiares y políticos –la extraña muerte de su esposa Mónica Pretelini, el irresuelto crimen de la menor Paulette Gebara Farah, la remoción de consejeros del Instituto Electoral del Estado de México en 2009, su visita al Vaticano y su boda con la actriz Angélica Rivera, La Gaviota–, inició su carrera hacia Los Pinos. Tenía sólo unas semanas despachando como gobernador cuando en estas páginas se publicó el reportaje El Plan Televisa, en el que se glosaba el “plan de trabajo” de Peña Nieto con el consorcio de Azcárraga Jean: “Tan sólo durante el primer año –decía el texto del 23 de octubre de 2005–, el erario del Estado de México le destinará a Televisa, a través de TV Promo y Radar, 742 millones de pesos, de los cuales 691 serán para spots y para la ‘compra’ de espacios en noticiarios y en programas de espectáculos. “… Por la parte del gobierno mexiquense, el negociador con Televisa es David López, identificado por Rubén Islas Ramos, representante del PRD ante la autoridad electoral mexiquense, como uno de los tres gestores que negociaron con Televisa el ‘paquete’ de cuatro campañas simultáneas que sirvieron para maquillar el verdadero gasto de Peña Nieto en spots electorales durante la campaña. Los otros dos gestores fueron Otto Granados y Óscar Ignorosa. “… La diferencia es que el proyecto de Peña viene acompañado de un ambicioso plan para prepararlo como candidato presidencial para 2012 y de una sospechosa y escandalosa ruptura con su antecesor, Arturo Montiel, a través de la difusión del escándalo sobre diversos movimientos financieros y compras de bienes raíces que involucran a los hijos y a la esposa del ahora exaspirante priista.” El 14 de enero de 2007 Proceso publicó: “Desde que decidió que la televisora manejara su destino político, a Enrique Peña Nieto se le ve muy activo: su imagen se promueve en casi todos los noticiarios y barras informativas de Televisa: sus obras de gobierno se multiplican en la pantalla, lo mismo que sus recorridos y actos públicos por el Estado de México. La televisora lo sigue por todas partes y no faltan los acercamientos de cámara hasta en los actos deportivos, donde siempre se destaca su mejor perfil”. Tres años después, 30 de mayo de 2010, en el reportaje Una maraña de complicidades, este semanario expuso: “La muerte de la niña Paulette Gebara Farah le generó la peor crisis de opinión pública al gobierno de Enrique Peña Nieto, cuya actuación en el caso, de acuerdo con encuestas de las que Proceso tiene copia, se califica en 80% como ‘mal’ y ‘muy mal’. “… Ni las presiones políticas ni el manejo mediático ni la airada reacción del propio Peña Nieto contra el ‘lucro’ partidista del caso Paulette han borrado las contradicciones de la investigación que encabezó el propio (procurador Arturo) Bazbaz y su subprocurador Alfredo Castillo Cervantes, señalado por la prensa local como autor de la teoría del ‘accidente’ y encargado del despacho desde la renuncia de Bazbaz el martes 25 de mayo de 2005. Meses atrás, posicionado el PRI mexiquense en unas elecciones en las cuales Eruviel Ávila retuvo la gubernatura para su partido que, como en los viejos tiempos, se quedó con 37 de los 40 distritos federales electorales, Proceso incluyó el reportaje Todo y todos con el delfín, en su edición del 12 de julio de 2009: “Y ahora que los resultados vuelven a posicionar a este partido ante el electorado, Arturo Montiel, Emilio Chuayffet, César Camacho, Alfredo del Mazo e Ignacio Pichardo, quienes se reúnen cada mes con Enrique Peña Nieto, el delfín del Grupo Atlacomulco, promueven, de la mano de Televisa, al mandatario estatal, al que consideran el ‘mejor candidato presidencial’ de su partido para 2012. “Los cinco (exgobernadores) movilizan ya recursos económicos y logísticos para recuperar el control político de la entidad y ganar la Presidencia de la República, una de las obsesiones de la clase política mexiquense. “‘Desde Adolfo López Mateos no hemos vuelto a tener otro presidente’, dice Arturo Montiel a sus allegados.” “Marketing”, mafias y otras cosas Frente a está farándula mediática y de alianzas políticas a modo, El lado oscuro… incluye el reportaje Saldos del trueque, publicado por este semanario el 31 de julio de 2011 y que resulta central porque expone las falacias del proyecto peñanietista y desenmascara a turiferarios, como Vicente Fox, que cada día observan la política con diferente color. Basado en una entrevista con Rubén Mendoza Ayala, el texto recoge revelaciones que ayudan a comprender los entresijos del poder y los acuerdos palaciegos: “Entre el gobierno de Vicente Fox y el PRI hubo un ‘acuerdo cupular’ para garantizar el triunfo de Enrique Peña Nieto en el Estado de México, a cambio de que el PAN ganara los comicios presidenciales de 2006”, asegura el excandidato panista a la gubernatura mexiquense en 2005, Rubén Mendoza Ayala: “A seis años de distancia, tras las recientes declaraciones de Fox a favor de Enrique Peña Nieto, Mendoza Ayala concluye en entrevista con Proceso que el presidente y su esposa, Marta Sahagún, ‘estaban amarrados con Arturo Montiel a través de la venta de leche y de los negocios de los hijos’ de ella. No le sorprenden las declaraciones del exmandatario panista realizadas en junio de 2011 al periódico puertorriqueño Nuevo Diario. Fox dijo que era inminente el retorno del PRI a la Presidencia y afirmó que ‘hay una nueva generación de priistas cuyos miembros crecieron en un ambiente democrático. Enrique Peña Nieto –puntualizó– pertenece a esa generación. “… ‘Que nadie se equivoque: hay una mafia política y económica que no ha podido ser superada y que administra el país. Simplemente utilizaron al PAN como vehículo, lo hicieron a su modo y ahora ya no les sirve para nada. El costo lo va a tener el PAN forever and ever. El único partido que se medio salvó, y digo medio, es el PRD’, reflexiona. “–¿Por qué elige esa mafia a Peña Nieto? “–Porque es maleable. ¿Cuáles son sus logros? Sus indicadores son terribles; creció el desempleo y el subempleo, hay más inseguridad. A él lo quieren como un buen administrador. Él se opone a las candidaturas ciudadanas diciendo que existe el riesgo de que el narcotráfico las financie. ¡Por favor!” En esta época de reacomodos y revanchismos, impotente el panismo para resolver los innumerables problemas nacionales que ha detonado –violencia sistémica, 60 mil muertes en la inútil guerra contra el narco, asesinato de periodistas, entre ellos el de Regina Martínez Pérez, corresponsal de Proceso en Veracruz–, Peña Nieto se erige como el candidato conveniente para el establishment político, la élite económica y los poderes fácticos. Es él quien les garantiza el retorno del PRI a Los Pinos para que los tecnócratas de ese partido encabezados por el expresidente Carlos Salinas escriban el que quizá sea el último capítulo del neoliberalismo. Y aunque Peña Nieto aparente estar rodeado de sus Golden Boys, los verdaderos cerebros que están detrás de él son los salinistas José María Córboba Montoya, Pedro Aspe Armella y Santiago Levy (Proceso 1851). Ya se vio en el debate del domingo 6 cómo se comporta el aspirante priista, quien maneja datos falsos pero no aporta ideas ni propuestas concretas. Y así seguirá en lo que resta de la campaña electoral. Hasta ahora y aun cuando sus asesores se afanan en posicionarlo como el político moderno de los “compromisos cumplidos”, su imagen no acaba de ser aceptada en las redes sociales, esa esfera que cada vez cobra más relevancia política entre los jóvenes, sobre todo entre los primovotantes. Quizás esa sea una de las debilidades más notables en Peña Nieto, quien se ha mostrado poco hábil para manejarse en ese ámbito. A ello se debe que en la última semana haya sido más estridente el eco informativo que el propio debate. Hoy, los intelectuales cercanos a Televisa y aun los que trabajan para ella –de manera notable Héctor Aguilar Camín– insisten en posicionar al mexiquense y en descalificar a los críticos del candidato priista. Y mientras esto sucede, conviene repasar la historia reciente que ofrece el libro El lado oscuro de Enrique Peña Nieto, publicado por Planeta en su colección Temas de Hoy. REVISTA PROCESO TOMÁS DOMÍNGUEZ 15 DE MAYO DE 2012 · SIN COMENTARIOS REPORTAJE ESPECIAL

lunes, 16 de abril de 2012

Drogas en la Cumbre

Entre fanfarrias de gloria los países americanos sepultaron ayer en Cartagena de Indias el cadáver de cuatro décadas de lucha contra las drogas. El presidente Barack Obama, de Estados Unidos, quiso darle un carácter festivo al velorio proclamando antier, 14 de abril, Día Panamericano, y ya encarrerado decidió panamericanizar toda la semana con la promesa de su compromiso y el “orgullo de celebrar este legado de asociación internacional… renovaremos los lazos de amistad y responsabilidad que nos unen con un propósito común”. Veterano testigo de todas las cumbres latinoamericanas, sus palabras me recuerdan la primera, julio de 1956 en Panamá, donde su antecesor Dwigh Eisenhower, escoltado por John Foster Dulles, secretario de Estado, se juntó con colegas tan distinguidos como Fulgencio Batista, Héctor Bienvenido Trujillo, Carlos Castillo Armas, Alfredo Stroessner y otros ejemplares de esa fauna que parecía en peligro de extinción, adornada como cereza del pastel por Tacho Somoza el viejo, cuatro meses antes de su asesinato, a quien le oí defender “los sagrados principios de libertad y democracia que nos son comunes”. Tal cinismo dejó pasmados a Juscelino Kubitschek, Pepe Figueres y Adolfo Ruiz Cortines, democráticas excepciones en la mezcolanza de tiranías, repúblicas bananeras y retórica tropical presagiosa de la realidad mágica, pálido producto de la imaginación ante la verdad histórica. Este fin de semana, casi seis décadas después, 33 jefes de Estado, 10 más que entonces,extendieron el certificado de defunción de la guerra antidrogas y examinaron la posibilidad de legalizar algunas, empezando por la mariguana y la cocaína, con la idea de preparar una propuesta ante Naciones Unidas para cambiar la estrategia fallida y buscar otros escenarios más eficaces, por lo menos con mayores posibilidades de vencer al enemigo. O de aprender a vivir con él. Mi experiencia no me permite abrigar la mínima esperanza de un acuerdo práctico. Tantos generales no sirven para sacar a un buey de la barranca. La vistosa tribuna y las relumbrosas personalidades obligadas a escucharse unas a otras, son influencias propicias a la trivialidad de la frase rimbombante y hueca. En el mejor de los casos son oportunidades de llevar agua a su molino, poses explotables en el enanismo de la política regional donde un “yo le dije a Barack” todavía apantalla a los adictos a las telenovelas. Al amparo del desorden provocado por un aguacero torrencial me colé ese día al segundo piso del Palacio de las Garzas. En uno de sus salones todos los jefes de Estado clausuraban los trabajos firmando un documento que pasaba de mano en mano. En realidad sumaban 23 los documentos iguales que no alcanzábamos a ver con detalle mientras circulaban y se iban llenando de firmas. Corrió el rumor de que eran pergaminos donde se contenía la esperada Declaración de Panamá 1956, texto en que las generaciones venideras habrían de refrescar por los siglos de los siglos sus convicciones de justicia y libertad. Cuando el carrusel detuvo su giro las plumas se ofrecieron como regalo para museo, los firmantes se dieron la mano y estalló un gran aplauso con el que se felicitaban a sí mismos por el éxito de sus desvelos. Fue entonces cuando, aprovechando el descuido de los jerarcas, algunos periodistas logramos ver de cerca lo firmado. Eran planillas de timbres de correo, colecciones de las estampillas que el gobierno panameño había puesto a la venta en recuerdo de la junta, un gracioso souvenir con autógrafos que, de regreso a casa, los agasajados regalarían a sus esposas o a los niños siempre tercos en el qué me trajiste, papá. Fue lo único firmado en esa reunión continental, evocadora, como insistieron los discursos, de la primera vez en que Simón Bolívar soñó el sueño de la unidad americana. Escribo este Bucareli poco antes del cierre de la junta de Cartagena de Indias; ignoro los acuerdos alcanzados por tan conspicuos concurrentes, pero no les envidio las utilidades. Mientras el mayor consumidor de las drogas sea al mismo tiempo el gran proveedor de armas para los traficantes, poco o nada se logrará de esta y todas las juntas futuras. Los 50 mil muertos, 70 mil desaparecidos, 500 mil desplazados y más de cien millones de los demás mexicanos, empobrecidos y asustados, irán acostumbrándose a las ejecuciones colectivas, asesinatos de inocentes, decapitación y descuartizamiento de familias enteras, como si eso fuera la forma de vida normal. De tanto esfuerzo desperdiciado rescatamos la belleza del sitio escogido, Cartagena de Indias. Me apunto para la próxima reunión si es en Río de Janeiro. Propongo el Centro Histórico de la Ciudad de México, cada vez más hermoso. Y me queda más cerca. Jacobo Zabludovsky

sábado, 7 de abril de 2012

México, ¿Estado laico?

En estos días se debate mucho acerca de la visita papal junto con la reciente aprobación de la reforma al artículo 24 Constitucional que algunos dicen ha sido hecha “a modo” de la iglesia católica. Muchas de estas afirmaciones han sido hechas sin conocimiento de causa más para generar especulaciones que para aportar propuestas o soluciones. ¿Qué es lo que la reforma plantea? Antes que nada, cabe señalar que aún no es una reforma constitucional, se trata de una minuta aprobada por la Cámara de Diputados y que para ser una realidad debe ser aprobada por el Senado y más tarde por más de la mitad de los Estados de la República. La reforma en sí misma contiene aspectos que son muy positivos como lo es la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión. Este aspecto es muy importante y poco se ha hablado del mismo: la libertad de conciencia. Con esta libertad se permitiría disentir de aquellas convicciones morales o religiosas frente a las que uno puede no está de acuerdo y, dentro del respeto a los derechos de los demás. La libertad de conciencia permitiría, por ejemplo, no hacer el servicio militar a alguien para quién la paz es un valor absoluto y por tanto, está en desacuerdo a prepararse en el uso de las armas o bien, a aquellos médicos para los que un aborto es contrario a sus valores morales. Como se aprecia, es una libertad muy importante que se funda en las concepciones morales de cada persona. Además, la reforma en comento señala el derecho tanto a tener como a no tener religión al señalarse que el Congreso no podrá dictar leyes que establezcan o prohíban religión alguna. Lo controvertido, en todo caso, de la reforma es que habilita la celebración de actos religiosos tanto en público como en privado (sujetándose a una ley reglamentaria) y esto es algo que ya existía al menos en los hechos, pero no jurídicamente dado que esto se encontraba prohibido. Las celebraciones públicas de actos religiosos se encuentran prohibidas actualmente en nuestro país ante el supuesto “laicismo” del Estado pero los hechos contrastan con esta prohibición legal y además, nos dan cuenta de que nuestro Estado, aunque jurídicamente es laico, se inclina por la religión mayoritaria de la población y esto resulta a todas luces injusto para las demás religiones profesada en nuestro país. Tan sólo apreciemos la gran importancia que se le da al Cardenal de México en sus declaraciones y que son transmitidas por todos los medios de comunicación y su amplio espectro de influencia entre la población. Por si fuera poco, las festividades de la religión católica también se convierten en días de asueto nacionales como la Semana Santa, el 12 de diciembre y el 24 de diciembre. Estas son fechas de la mayor importancia para los católicos y que el Estado ha hecho suyas declarándolas días de descanso nacional. No obstante, no ocurre así con las demás festividades de otras religiosas como el mes del Ramadán de la religión musulmana o el “Shabbath” que es el día de descanso judío. Por si fuera poco, hemos presenciado con descaro como los últimos gobiernos de México han demostrado su desprecio para con las religiones minoritarias y su entrega hacía el catolicismo, basta apreciar el evento tan recordado donde el ex presidente Vicente Fox se inclina y besa el anillo del Papa Juan Pablo II. No se trata de criticar a la religión católica sino de formar un Estado realmente laico en donde la religión no interfiera con los asuntos políticos y en donde el Estado no se incline en la defensa y promoción de una determinada religión. La religión constituye uno de los derechos fundamentales de los individuos y la libertad de creencias ha sido una de las grandes conquistas que a costa de sangre, esfuerzos y sufrimientos ha conseguido la humanidad. No fueron pocos los que dieron su vida por un Estado en donde la religión no constituyera el centro determinante de todas las decisiones, por hombres como Juárez podemos hoy discernir sobre múltiples aspectos entre las religiones y vivir en una sociedad inclusiva donde profesar o no una determinada religión no constituya una característica determinante para catalogar a alguien como mejor o peor. La religión es la manifestación de una determinada cultura, por tanto, las distintas religiones representan la gran cantidad de manifestaciones culturales existentes. Si algún valor tiene la libertad de creencias, como derecho humano, es el reconocimiento de la infinita cantidad de religiones existentes y el igual valor de las mismas. En la libertad de creencias lo que se protege es precisamente lo diverso y lo que se garantiza es que tanto lo que yo pienso, o en lo que yo creo tenga el mismo valor que lo que piensa o en lo que cree otra persona y esto resulta ser de una importancia fundamental pues nos habla de una concepción multicultural de los derechos humanos en donde todo lo distinto puede tener cabida y sin que una concepción se imponga sobre la otra, garantizando el igual valor de las diferencias de identidades traducidas en la diversidad de las personas y sus culturas. Por Mario Smith.

domingo, 1 de abril de 2012

La sociedad de las redes y el vacío

El filósofo francés Gilles Lipovetsky, explica cómo Facebook y Twitter han llegado para llenar esa sensación de vacío de la sociedad moderna CIUDAD DE MÉXICO, 1 de abril.- La semana pasada pude platicar largo con Gilles Lipovetsky, uno de los más representativos y agudos filósofos de nuestros tiempos. Autor de clásicos como La era del vacío, La felicidad paradójica y La tercera mujer, entre otros, se ha convertido en uno de los pensadores más lúcidos de nuestros tiempos. Una referencia obligada para entender la modernidad, la posmodernidad y la hipermodernidad en la que nuestras sociedades (y cada individuo que en ella nace, crece, se reproduce y muere), se mueven a una velocidad a veces incalculable. Un placer poder platicar con Lipovetsky, sus libros (editados en español por Anagrama) son hoy obligados para entender nuestros tiempos, qué es lo que va cambiando en un mundo en el que las cosas van demasiado rápido y cuyos grandes signos de interrogación se encuentran en lo macro, pero también en lo micro de la vida cotidiana. ¿Qué es hoy por hoy “el vacío”? El vacío actualmente se comprende en tres niveles. El primero tiene que ver con la caída de las grandes ideologías de la modernidad: la Nación, la Revolución, la religión... Grandes ideologías en las que ya prácticamente nadie cree. En segundo lugar y, desgraciadamente, el vacío también en la vida política; porque hoy en día es el mercado y el comercio, la economía de los países, la que acapara toda, toda la plaza y el debate públicos; los políticos tienen cada vez menos y menos posibilidades de cambiar su entorno. Y hay un tercer nivel mucho más inquietante y es que las personas se interrogan cada vez más sobre el sentido de su vida; todas las relaciones son cada vez más complicadas, las personas se separan con completa facilidad. Antes, las personas en sociedad podían detestarse, pero por lo menos estaban juntas. Hoy, los individuos se sienten cada vez más solos y hay una gran necesidad de llenar ese vacío. El fenómeno de las redes sociales como Facebook y Twitter así lo demuestra: que los seres humanos tienen necesidad de llenar ese vacío, tiene necesidad de conectarse, de encontrar la manera de permanecer unidos. Efectivamente, creo que los seres humanos no soportamos el vacío y de la época en la que fue escrita La era del vacío a nuestros tiempos, muchas cosas han cambiado... Y sí, claramente intentamos llenar ese vacío a través del internet y las redes sociales, pero también con otros fenómenos como el crecimiento de la violencia. Por supuesto, coincido con usted. Frente a estos nuevos vacíos hay varios tipos de reacciones y es ahí donde yo hablo de una “sociedad paradójica y contradictoria”. Si comenzamos por lo más dramático, el vacío que produce la individualización profunda intenta colmarse o contrarrestarse con el surgimiento de sectas y movimientos extremistas que parecerían tener el mérito –para quienes en ellas militan– de devolver un poco de orden al caos aparente. En sociedades que están fragmentadas las personas se reagrupan en “micro comunidades” que parecerían devolver un poco de sentido y de pertenencia. Ese es el rostro más negativo porque puede generar fanatismo, dogmatismo, terrorismo, que difícilmente son controlables. Pero hay otras maneras de intentar llenar ese vacío que son un poco más optimistas. Por ejemplo, cada vez más y más individuos están convencidos de que el mero “consumo” no es suficiente para satisfacer sus vidas, que es efímero. Y encuentran otras formas de llenar su existencia: ahora es cuando más personas vemos encontrando vínculos creativos, tomando fotografías –aun cuando sólo sean para Facebook–, escribiendo historias, tomando clases, hacen teatro... Lo que es un hecho es que cada vez más seres humanos experimentan unas profundas ganas de crear, de crear algo que tenga un verdadero significado. Y ahora que menciona esta dimensión creativa existente en las redes sociales, ¿no podrían representar una trampa, no podríamos estar ante el espejo de Blancanieves? Ciertamente; las redes sociales tienen ese peligro: el individuo se puede llegar a sentir sobrevalorado por escribir una pequeña frase y la resonancia que ésta pueda tener en las redes sociales; “eres guapo; te ves hermosa; qué bien saliste en la foto”... Ésa es otra de las paradojas de esta sociedad hiperindividualista: que mientras más personas afirman su autonomía, más necesidad tienen de reafirmarla a través de los otros. Su autoestima empieza a depender de un “me gusta” o “no me gusta” en el Facebook. Sólo hay que mirar alrededor: cuántas personas se han vuelto dependientes del internet: miramos qué sucede cuando el teléfono no sirve; ¡es la nueva cara del pánico! Existo en tanto estoy conectado. Esta es una de las presentes tragedias del individuo: adora gerenciar completamente solo su vida, pero al mismo tiempo eso le resulta insoportable cuando no encuentra ecos, así sean los más frívolos imaginables. Pareciera, otra vez, el camino de ida y de regreso hacia el vacío. Y sí; una vez más. Bueno, es que sus libros son eso: una invitación a pensar a nuestra sociedad, a pensarnos como individuos, a pensar el “yo” en relación con nosotros... Cuando pienso este tipo de temas intento, sobre todo, evitar el pensamiento apocalíptico. Contrario a lo que con frecuencia hace el “alto pensamiento intelectual”, que tiende a la diabolización de lo que ocurre en el mundo y de la política, yo intento observar la vida cotidiana, el mercado, la existencia de los individuos en sociedad. Alcanzo a ver las paradojas que tienen: las partes negativas, pero también rostros muy positivos. Por eso he trabajado en asuntos que, generalmente, suscitan el desinterés o el franco desdén de los intelectuales; el cine, la moda, la televisión... Pero estoy convencido de que esos asuntos ameritan ser vistos de otra forma. Yo no espero que me lean creyendo que se van a encontrar con la “obra maestra de la humanidad”; simplemente estoy convencido que son asuntos humanos contemporáneos que merecen el mismo interés que todos los demás. Los individuos no estamos hechos de un solo bloque, de una sola pieza: los seres humanos amamos cosas contradictorias, porque somos en esencia seres contradictorios. Usted menciona con frecuencia la “alta política”, pero siento que ésa ya no existe... ¿Será que la democracia se parece cada vez más al mercado: que simplemente está dirigida a los consumidores? Es completamente cierto; la “alta política” se trataba de reivindicar el poder, se trataba de cambiar la historia, se creía que la voluntad del Estado era tan vigorosa que podría cambiar el mundo. Hoy ya nadie lo cree de esa manera. Hoy el Estado ya no entusiasma a nadie; hace falta que exista para que ponga orden, pero ya no genera pasiones. La “corrección política” de la democracia apasiona a muy pocos, ya nadie cree en los “grandes políticos”. El Estado hoy apenas y puede regular a ese otro nuevo gran poder: el mercado. Pero lo muy bueno del momento que vive hoy el Estado es que la democracia obliga a los políticos a acercarse a la gente y a sus causas. Están obligados a hacerlo, están obligados a mostrar empatía por las personas y sobre todo proximidad. Ahora ya no existe ese Estado completamente vertical y alejado de la gente. Los políticos se acercan a la sociedad, quieren acercarse, necesitan acercarse. Y esto, aunque cuesta trabajo entenderlo, está en total correlación con un Estado que tiene muy pocos medios para cambiar la realidad, para cambiar al mundo y que no puede cambiar la historia. Vemos ahora al mercado como la fuerza suprema, pero también vemos que, a últimas fechas, la sociedad comienza a organizarse de cara a este nuevo supra poder. ¿Cómo ve, por ejemplo, el movimiento de los indignados? El movimiento de los indignados es una expresión completamente representativa de eso que yo llamo “hipermodernidad”, porque las personas están manifestando su indignación de una manera pacífica, sin ningún tipo de violencia. Buscan reivindicar su lugar en la sociedad sin intentar hacer ninguna revolución, pero al mismo tiempo el problema de los indignados es que no tiene traducción política. Es al mismo tiempo un movimiento muy fuerte, pero completamente débil. Su fuerza radica en todo el potencial que tiene esta gente de cambiar las cosas. Lo que es sorprendente del movimiento de los indignados es que es completamente pacífico, no llama a la insurrección política ni social; su expresión es muy distinta a lo que ocurría en otros tiempos; el movimiento de los indignados no responde al modelo de la “lucha de clases”. El problema es que este movimiento está completamente dispersado; no tiene un programa y no tiene propuestas concretas. Estamos ante una situación muy delicada porque capitalismo y el mercado han invadido nuestras vidas, pero tampoco hay una alternativa creíble a la economía de mercado. En todo caso, mayor regulación; hace falta regular el mercado. Y al mismo tiempo –lo ha dicho usted antes–, los pueblos no quieren renunciar ni a la democracia ni a la economía de mercado... Por supuesto, porque las grandes alternativas ya no existen. Las personas disfrutan vivenciar el consumo, incluso a sabiendas de que el mercado puede ser sumamente cruel. La crisis que el mundo ha atravesado en los últimos años demuestra que si el mercado no está regulado no hay más horizonte que el desastre. El liberalismo no debe solamente apelar al laissez-faire; el liberalismo justamente a lo que llama es al equilibrio. El mercado necesita contrapoderes, ha adquirido un poder exorbitante. El Estado debe recuperar algo de poder; hace falta el mercado porque es el mejor medio para generar riqueza; pero dar demasiada libertad al mercado sólo puede conducir al desastre y al colapso de las economías. Es necesario restablecer equilibrios. ¿La democracia ha terminado por convertirse en una suerte de reality-show? Si entendemos a la democracia sólo desde su óptica política, efectivamente sobran ejemplos de que se ha convertido en un espectáculo; pero no en todos lados. Por ejemplo si tomas a Berlusconi la respuesta es indudablemente afirmativa, pero si tomas a Angela Merkel, ella no se encuentra en absoluto en la lógica del espectáculo. No todas las democracias operan bajo el modelo del show business. Y por otro lado, la democracia no es únicamente la labor del gobierno: la democracia también es una forma de vida social. Ahora vemos que la vida asociativa es muy rica en las sociedades que están en democracias avanzadas; pensemos en los movimientos a favor de la ecología, en el voluntariado para ayudar a los pobres, la defensa de los animales, personas que militan para la cultura... La vida de consumo da algunas satisfacciones a los seres humanos pero evidentemente no todas las satisfacciones. Hoy los individuos ya no quieren militar en partidos políticos; ahora encuentran mucho más atractivo, real y verdadero militar en las asociaciones de personas que comparten sus intereses y sus preocupaciones. Los ciudadanos saben hoy que tienen opciones mucho más concretas para incidir en su vida cotidiana y en la de sus comunidades. Así pues, por un lado la vida democrática, en su expresión electoral, se ha debilitado claramente, pero la vida democrática en su rostro social se ha fortalecido como nunca. Yuriria Sierra www.excelsior.com.mx:

sábado, 31 de marzo de 2012

Los dos ratones

Una vez dos ratones, en busca de comida, entraron en un lechería. Se dice que uno era pesimista y otro optimista.

Dando un salto equivocado, los dos cayeron en un gran recipiente de leche.

¿Cómo salir de aquel mar blanco? Las paredes eran demasiado lisas y escurridizas...

Después de largas tentativas, el primer ratón, desilusionado por lo inútil de sus esfuerzos, se abandonó a la suerte y se ahogó.

El otro, sin embargo, no perdió el ánimo y con su buen carácter, mientras nadaba, reflexionaba. Y comprendió una cosa importante.

Si agitaba como un loco la leche, girando y regirando, el líquido se coagulaba.

De esta manera aumentó con mayor velocidad sus movimientos y la leche se convirtió en nata, después en mantequilla.

Puso sus pies sobre aquella porción de mantequilla y finalmente, dando un gran salto, salió del recipiente.

¡Y se salvó!


Staff de Frases y Pensamientos

martes, 27 de marzo de 2012

Maria y el sexo.

Los hombres que había conocido desde su llegada a Genève hacían de todo para parecer seguros de sí mismos, como si gobernasen el mundo y sus propias vidas; Maria, sin embargo, veía en los ojos de cada uno de ellos el terror a la esposa, el pánico a no conseguir una erección, a no ser lo suficientemente machos ni ante una simple prostituta a quien estaban pagando.
Si fueran a una tienda y no les gustase el calzado, serían capaces de volver con el ticket en la mano y exigir el reembolso. Sin embargo, aunque también estuviesen pagando por una compañía, si no tenían una erección jamás volverían a la misma discoteca, porque creían que la historia ya se habría extendido entre todas las demás mujeres de allí, y eso era una vergüenza.

«Soy yo la que debería tener vergüenza por no ser capaz de excitar a un hombre. Pero, en realidad, son ellos los que la tienen.»

Para evitar estos dilemas, Maria procuraba dejarlos siempre a su aire, y cuando alguno de ellos parecía más borracho o más frágil de lo normal, evitaba el sexo, y se concentraba sólo en las caricias y la masturbación, lo que los dejaba muy contentos, por más absurda que fuese la situación, ya que podían masturbarse ellos solos.
Siempre era preciso evitar que se sintiesen avergonzados. Aquellos hombres, tan poderosos y arrogantes en sus trabajos, luchando sin parar con empleados, clientes, proveedores, prejuicios, secretos, falsas actitudes, hipocresía, miedo, opresión, terminaban el día en una discoteca, y no les importaba pagar trescientos cincuenta francos suizos para dejar de ser ellos mismos durante la noche.

«¿Durante la noche? Maria, estás exagerando. En realidad, son cuarenta y cinco minutos y, aun así, si descontamos el tiempo de quitarse la ropa, ensayar alguna falsa caricia, hablar de algo trivial, vestirse, reduciremos este tiempo a once minutos de sexo propiamente dicho.»

Once minutos. El mundo giraba en torno a algo que duraba solamente once minutos.

Y por esos once minutos en un día de veinticuatro horas (considerando que todos hiciesen el amor con sus esposas todos los días, lo que era un verdadero absurdo y una gran mentira), ellos se casaban, sustentaban a la familia, aguantaban el llanto de los niños, se deshacían en explicaciones cuando llegaban tarde a casa, veían a decenas, centenas de mujeres con las que les gustaría pasear por el lago de Genève, compraban ropa cara para ellos, ropa aún más cara para ellas, pagaban a prostitutas para compensar lo que echaban en falta, sustentaban una gigantesca industria de cosméticos, dietas, gimnasia, pornografía, poder, y cuando quedaban con otros hombres, al contrario
de lo que decía la leyenda, jamás hablaban de mujeres. Charlaban sobre trabajo, dinero y deporte.

Algo iba muy mal en la civilización; y ese algo no era la deforestación amazónica, ni la capa de ozono, ni la muerte de los pandas, ni el tabaco, ni los alimentos cancerígenos, ni la situación de las cárceles, como gritaban los periódicos.

Era exactamente aquello en lo que ella trabajaba: el sexo.


Paulo Coelho

lunes, 26 de marzo de 2012

Para entender el presente es preciso conocer el pasado.

Orígenes de nuestro atraso.
Aquelarre Económico

Para sorpresa de algunos de mis estudiantes, uno de los cursos que dicto en American University titulado La economía política de México en el Siglo XXI, se remonta al análisis de las características principales que diferencian el proceso de colonización en nuestra América ibérica y el de los dominios anglosajones.

La razón para que un curso de temas que no podrían ser de mayor actualidad en nuestras vidas, se remonte a la exploración comparada de lo que ocurrió más de cinco siglos atrás cuando españoles y portugueses llegaron hasta nuestro continente, frente a las acciones de los ingleses que ocuparon la zona septentrional de América, es que el presente no se entiende de otra manera.

Me da mucho gusto que este enfoque lo ratifique el más reciente libro de Daron Acemolgu (con James Robinson), brillante economista turco del MIT, titulado Por qué fracasan las naciones: los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza, en el que afirman, después de comparar las abismales diferencias que hoy existen entre Nogales, Sonora, y su ciudad gemela, Nogales, Arizona:

“¿Por qué las instituciones de Estados Unidos son mucho más conducentes a alcanzar el éxito económico que las de México…? La respuesta a esta cuestión se encuentra en la forma en que esas distintas sociedades se formaron en los albores de su etapa colonial… Para entender sus divergencias debemos empezar en los cimientos mismos de las colonias del norte y las de la América ibérica.”

Para dar respuesta a la pregunta planteada y presumir la calidad de mis alumnos, reproduzco a continuación el ensayo de uno de ellos, circunscrito al caso de la Nueva España:

Los cinco elementos (esenciales) que diferenciaron la colonización inglesa de la española, y que explican sus radicalmente distintas rutas de desarrollo posterior, fueron la religión, la tradición política, la distribución de los recursos naturales, la densidad de la población indígena y la estructura social.

Mientras que los católicos españoles tenía una iglesia que imponía restricciones férreas a los flujos de información e ideas desde Europa a la Nueva España, y también dentro de la propia colonia, los colonos ingleses, protestantes en su mayoría, tenían una estructura religiosa descentralizada que de hecho obligaba a las iglesias a “competir” por sus fieles, y de esa forma creaban desincentivos al fundamentalismo y al radicalismo religiosos (claramente, para quienes deseaban hacer fortuna, había un incentivo evidente a afiliarse a la iglesia que impusiera las menores restricciones a sus actividades).



Con raciocinio similar, mientras que la tradición política española dependía del vasallaje de las comunidades a una autoridad real central, la tradición británica estaba empezando ya a depender de la división de poderes, en adición a que la Corona inglesa estuvo relativamente desvinculada en los inicios de su período de desarrollo. Tal centralización del control político y la regulación económica, reflejadas en crecientes costos de la información, limitaron el desarrollo de la América hispana versus la anglosajona.

Respecto a la distribución de recursos, mientras que los españoles tenían franco acceso a enormes riquezas, los ingleses se vieron forzados a desarrollar recursos dispersos y menos asequibles. De forma similar, mientras que los españoles gozaron de una abundante población indígena que se tradujo en fuerza de trabajo barata, los ingleses fueron confrontados con nativos más escasos y menos susceptibles de dejarse instruir.

Ambos factores alentaron a los ingleses a desarrollar una economía diversificada económica y geográficamente, mientras que en la caso de los españoles los indujeron a concentrarse en producir pocos bienes, sobre la base de una explotación que era políticamente inestable.

Finalmente, la división racial en sus respectivas sociedades fue definitoria, en especial al sobrevenir la independencia. Las colonias inglesas se encontraban unidas como sociedades sobre la base de excluir a la población no-blanca. En ese sentido, su rebelión (contra la Corona inglesa) era una revuelta entre miembros de la misma raza mientras que la insurrección de los novohispanos contra los españoles fue liderada, en su mayor parte, por criollos pero participaron también mestizos e indios. Fue una revolución heterogénea que condujo a una sociedad igualmente mezclada, mientras que la de las colonias inglesas desembocó en una sociedad unificada, que excluyó una proporción elevada de sus habitantes en función de su raza.

No cabe la menor duda que la diversidad de nuestras leyes, instituciones y tradiciones culturales, traducida en una organización política muy diferente, explica en buena medida las diferencias entre el progreso alcanzado en México y Estados Unidos, sobre todo desde la independencia de ambos países.

Lo que hay que explorar, sin embargo, es cómo naciones con nuestra misma herencia e historia han logrado romper el peso de la inercia y han emprendido su acelerada marcha a nuevos y avanzados estadios de desarrollo.

Por: José Manuel Suárez Mier

viernes, 16 de marzo de 2012

Sentido adiós a MILENIO. Por: Héctor Tajonar

Sentido adiós a MILENIO
La televisora y el candidato tricolor constituyen un binomio político-electoral indivisible y, para muchos, invencible. Los concesionarios de la televisión han pasado de ser soldados del presidente a inventores de presidenciables.

MILENIO
2011-12-21 • Acentos

Apreciado Carlos Marín:

He reflexionado acerca de la breve conversación telefónica que sostuvimos la semana pasada y he tomado la decisión de suspender mi colaboración semanal en MILENIO Diario. Antes de exponer mis razones, quiero agradecerte el haberme invitado hace cinco años y medio a colaborar en este diario después de haber publicado, a solicitud mía y en calidad de columnista invitado, el texto titulado “¿La rebelión de las masas?”, fechado el 16 de julio de 2006. Desde entonces he podido expresar con toda libertad mi visión personal, independiente y crítica acerca del acontecer político nacional. Tu proposición de modificar esas condiciones me obliga a escribir esta carta de renuncia, con la atenta solicitud de que sea publicada en el espacio que tuviste a bien asignarme en Acentos.

Me has pedido que dejara de criticar a Televisa en mi columna, aduciendo que MILENIO Televisión está asociado con esa empresa para sus transmisiones en cable. Comprendo que en la actual coyuntura preelectoral mis puntos de vista puedan resultar disfuncionales para los legítimos intereses empresariales de esta casa editorial. Sin embargo, sabemos que en el ámbito de los medios de comunicación, los intereses empresariales se traducen en políticas editoriales. Ello me impide aceptar tu planteamiento. Permanecer en esas condiciones significaría no sólo coartar mi libertad de expresión sino convertirme en cómplice pasivo de una situación política con la cual no comulgo.

Ha llegado el momento de marcharme. Durante 40 años he estudiado la relación entre el poder político y los medios de comunicación, en especial la televisión, y como sabes trabajé en Televisa durante dos décadas. Por tanto, puedo decir sin el menor asomo de vanidad que cuento con las herramientas teóricas y empíricas para hablar acerca de estos temas con suficiente conocimiento. Así lo he hecho desde la soledad de mi escritorio y mi conciencia en este espacio del que hoy me despido.

Ahora más que nunca cobra actualidad la conocida advertencia de Karl Popper: La televisión se ha convertido en un poder político colosal, el más importante de todos… Se ha vuelto un poder demasiado grande para la democracia. Ninguna democracia puede sobrevivir si no se pone fin al abuso de este poder. Televisa es el ejemplo más claro del abuso de ese poder sin control, su inocultable vínculo con el candidato del PRI representa una burla a las leyes electorales del país y el riesgo de un grave retroceso democrático. La televisora y el candidato tricolor constituyen un binomio político-electoral indivisible y, para muchos, invencible. Los concesionarios de la televisión han pasado de ser soldados del presidente a inventores de presidenciables. Por ello, dejar de criticar a Televisa, como me lo has pedido, equivaldría a dejar de criticar a Peña Nieto. No puedo aceptar el ejercicio de un periodismo amordazado. Interpreto tu exhorto a la autocensura como el resultado de una presión de los estrategas de Peña Nieto, cuya función primordial es cuidar la imagen pública del candidato, la cual ha resultado un tanto dañada en días recientes. Entiendo que les haya incomodado mi texto publicado hace dos semanas en este espacio, titulado “Los dos Peña Nieto”, en el cual menciono que la popularidad del personaje está íntimamente vinculada al secreto mejor guardado por el candidato del PRI: el costo financiero y político de su alianza con Televisa.

Hace seis años, Santiago Creel fue derrotado en la elección interna del PAN por Felipe Calderón debido a que se dio a conocer que, siendo secretario de Gobernación, el delfín de Fox intercambió presencia en la pantalla televisiva por permisos de casas de apuestas para Televisa. Los artífices de esa táctica son los mismos que se han encargado de diseñar la hasta ahora exitosa estrategia de comunicación política de Peña Nieto. Es comprensible que la máxima prioridad de dichos estrategas sea impedir que el fracaso de la alianza de Televisa con Creel se repita ahora con Peña. Si alguien estorba es preciso neutralizarlo.

En consecuencia, se ha recurrido al método del PRI de siempre: cooptar o silenciar. El mismo que usaron antes Echeverría, López Portillo y Salinas. Surge ahora el neoautoritarismo peñista. El episodio del que soy protagonista involuntario constituye un grave precedente de lo que tendríamos si el candidato de la pantalla resultara vencedor en las elecciones del año próximo.

El disenso no debe equipararse con la enemistad.

Felicidades.
Saludos!!!

miércoles, 15 de febrero de 2012





La sociedad, el gobierno y quienes tienen intereses económicos en la ilegalidad de la marihuana nos dicen que esta planta es peligrosa, en realidad no lo es, la marihuana no representa una amenaza al bienestar físico, mental, social ni económico al ser humano por si sola, es la misma ilegalidad y la falta de información acerca de esta planta la cual representa un peligro para quienes escogen utilizarla.
Por el contrario, la marihuana si representa una seria amenaza a las compañías petroleras, químicas, farmacéuticas y tabacaleras. La versatilidad y simpleza que tiene la marihuana para la elaboración de una amplísima gama de productos amenazan los modelos económicos de estas compañías lo cual ha causado que estos ejerzan presión política y social para crear una terrible imagen y un marco legal basados en información incompleta, parcializada e inclusive falsa.
Que mejor manera de introducir el tema que explicando el origen de la palabra marihuana o marijuana? No fue hasta mediados de 1930 que se empezó a utilizar esta palabra de origen Mexicano (recordemos que esta fue época de transición del racismo en Estados Unidos) para manchar y boicotear la buena imagen y fenomenal historia de esta planta, a continuación listaré una serie de citas actuales con referencias comprobables incluso en la famosa Encyclopedia Britannica la cual coincidentemente fue impresa en papel de cáñamo por 150 años:

• Todos los libros de texto de Estados Unidos fueron fabricados con fibras de cáñamo puro o mezclado con fibra de lino hasta los años 1880 (Jack Frazier. Hemp Paper Reconsidered. 1974.).
• Fue legal pagar los impuestos en Estados Unidos con cáñamo desde 1631 hasta inicio de los 1880's (LA Times. Aug. 12, 1981.).
• Negarse a cultivar cáñamo en América durante los siglos 17 & 18 era contra la ley en incluso en Virgina se castigo esta ofensa con cárcel entre los años 1763 - 1769 (G. M. Herdon. Hemp in Colonial Virginia).
• George Washington, Thomas Jefferson y otros padres fundadores de los Estados Unidos cultivaban el cáñamo en grandes cantidades (Washington and Jefferson Diaries. Jefferson smuggled hemp seeds from China to France then to America.).
• Benjamín Franklin era el propietarios de uno de los primeros molinos de papel en Norteamérica y este procesaba cáñamo. Asimismo, la guerra de 1812 fue un conflicto sobre el comercio del cáñamo, Napoleón buscaba cortar la exportación de Moscú hacia Inglaterra (Jack Herer. Emperor Wears No Clothes.)
• Por miles de años el 90% de los amarres, cuerdas y velas de las embarcaciones eran fabricados con fibra de cáñamo. La palabra canvas (lienzo en español) es holandés para cannabis (Webster’s New World Dictionary.).
• El 80% de todos los textiles, telas, vestimentas, sábanas, cortinas, etc. fueron fabricados con fibra de cáñamo hasta los 1820's con la introducción del hilar de algodón.
• Las primeras biblias, mapas, planos, la 1era bandera de Estados Unidos (Betsy Ross), y los primeros bocetos de la Declaración de Independencia y Constitución de los Estado Unidos fueron todos hechos de cáñamo.(U.S. Government Archives.)
• El primer cultivo en muchos de los estados de la Unión Americana fue el cáñamo. 1850 fue el año cúspide para el estado de Kentucky produciendo 40,000 toneladas. El cultivo de cannabis fue hasta el siglo 20 la mayor cosecha del país norteamericano.(State Archives.)
• Hay evidencias arqueológicas que indican que al menos desde hace 5000 años la cultura China se cosechaban plantas de Cannabis, en incluso desde periodos anteriores los antiguos Egipcios basaban toda una industria en el proceso de esta planta.
• Rembrandt, Van Gogh, Gainsborough y muchos otros pintores hacían sus obras de arte sobre linos de fibra de cáñamo.
• En el año 1916, el gobierno estadounidense predijo que para 1940 todo el papel del mundo vendría de la celulosa del cáñamo y que no volvería a ser necesario cortar más arboles para ese fin. Estudios gubernamentales de esa época indicaban que 1 acre de cáñamo produce celulosa equivalente a 4.1 acres de arboles. (U.S. Department of Agriculture Archives.)
• Pinturas y barnices de alta calidad eran fabricados a partir del aceite de semilla de Cannabis hasta 1937, 58,000 toneladas de semillas fueron utilizados en 1935 para la fabricación de pinturas. (Sherman Williams Paint Co. en testimonio ante el congreso de los Estados Unidos en contra de la ley de 1937 "Marijuana Tax Act")
• El primer auto "Model T" de Henry Ford fue fabricado para utilizar aceite de semillas de Cannabis como combustible y además de esto el auto en si fue fabricado a partir de cáñamo. El mismo Ford fue fotografiado en sus campos de cáñamo; el automóvil "crecido de la tierra" constaba con paneles de plástico de cáñamo con una fuerza de impacto hasta 10 veces mayor al acero (Popular Mechanics, Feb. 1938.)
• El cultivo y la producción de Cáñamo no daña el ambiente, se produce 4 veces más pulpa y entre 4 y 7 veces menos contaminación. (U.S. Department of Agricukture Bulletin #404).

La Conspiración
William Randolph Hearst (Citizen Kane) y su compañía Hearst Paper Manufacturing una división de Kimberly Clark eran dueños de miles de acres de terreno destinados a cultivo de maderas. La compañía de Hearst proveía la gran mayoría de los productos de papel de la época. El abuelo de Patty Hearst, quien no escatimaba en destruir grandes terrenos de busque y sin ninguna consideración por la naturaleza se enfrentaba a perder billones por culpa del cáñamo.

En 1937, DuPont patento los procesos para hacer plástico a partir del petróleo y el carbón. El reporte anual de DuPont invitaba a sus socios a invertir en su nueva división de petroquímicos. Materiales sintéticos como el plástico, celofán, celuloide, metanol, nylon, rayón, dacrón, etc. podían ser creados a partir del petróleo, si se hubiera industrializado la producción del cáñamo, esto hubiera arruinado el 80% del mercado de DuPont.

Andrew Mellon se convirtió en el Secretario del Tesoro del presidente Hoover y también era el principal inversionista de DuPont. El nombró al futuro esposo de su sobrina, Harry J.Anslinger, como director de la Oficina Federal de Narcóticos y Drogas peligrosas.

Después de reuniones secretas entre estos magnates financieros, el cáñamo fue declarado peligroso y como una seria amenaza a su negocio multimillonario. Para que sus dinastías permanecieran intactas tenían que eliminar por completo al cáñamo, así que tomaron una tenebrosa palabra del folklore mexicano "marihuana" y la presentaron ante la conciencia publica de los Estados Unidos rodeada de connotaciones racistas de locura y violencia.

Manipulación de los Medios
Una locura de "amarillismo" se desato a finales de los 1920s y 1930s. Los periódicos de Hearst publicaban historias enfatizando los horrores de la marijuana. Las amenazas que presentaba la planta estaba en los titulares y los lectores "aprendieron" que la marijuana era responsable desde accidentes automovilísticos hasta perdida de la moral.

Películas como Reefer Madness (1936), Marijuana: Asesina de la juventud (1935) y Marijuana: La Hierba del Diablo (1936) eran propaganda diseñada por estos magnates industriales para crear un enemigo. Su propósito era ganar apoyo del público para crear leyes anti-marijuana.

Estas son algunas frases de la película The Burning Question, también llamada Reefer Madness:
• un narcótico violento;
• actos de violencia impactantes;
• locura incurable;
• efectos que destruyen el alma;
• bajo los efectos de la droga, el mato a toda su familia con un hacha;
• más terribles, más mortíferos que la heroína y la cocaína es la amenaza de la marijuana!
Reefer Madness al terminar no mostraba el común texto "El Fin" este filme concluía con estas palabras en pantalla: "Dile a tus hijos"

En los años 30s, la gente era muy inocente, incluso al punto de la ignorancia (y ya todos sabemos que tan ignorante puede ser un gringo....). Las masas eran como ovejas esperando a ser dirigidas por los pocos que estuvieran al poder. Ellos no retaban la autoridad y si algo salía en el periódico o lo decían por la radio automáticamente lo aceptaban como una verdad, y así educaban a sus hijos y estos crecieron para ser los padres de quienes en los 60s y 70s empezaron a despertar y pensar por si mismos.

Fue el 14 de Abril de 1937 que la prohibitiva ley del impuesto a la Marijuana, o la ley que termino penalizando el cáñamo, fue presentada ante el Comité de Formas y Medios. Este comité es el único que puede presentar una propuesta ante la casa de representantes si que esta sea revisada por otros comités. El presidente el Senado y de este comité, Robert Doughton, era también un inversionista de DuPont . Él se aseguró de que la propuesta fuera aprobada por el congreso.

El Dr. James Woodward, un médico y abogado, testificó muy tarde por parte de la Asociación Médica Americana. Él dijo al comité que la razón por la que la AMA no había denunciado la Ley del Impuesto a la Marihuana anteriormente fue porque la Asociación se acababa de enterar que la marihuana en realidad era cáñamo.

Poca gente, en esa época, sabía que la mortal amenaza que habían estado leyendo en los titulares de Hearst era en realidad el pasivo cáñamo. La AMA conocía a la cannabis como una medicina milenaria encontrada en numerosos productos curativos vendidos por todo el mundo.

En Setiembre de 1937, la cannabis se volvió ilegal. El cultivo con más usos conocido por la humanidad se convirtió en una droga y nuestro planeta ha sufrido por esto desde entonces.

El congreso prohibió la Cannabis por ser la droga que más violencia causaba. Harry Anslinger, director de la Comisión de Drogas por 31 años, promovía la idea de que la marihuana hacía a quienes la fumaban personas en extremo violentas. Luego, en los años 1950s, al verse amenazados por las ideas del comunismo, Anslinger decía exactamente lo opuesto, que la marihuana pacificaba a los soldados y que estos no querrían pelear en las guerras (Korea y Vietman).

Hoy, nuestro planeta está en un problema desesperante. La Tierra se sofoca conforme grandes aéreas de bosques desaparecen. La contaminación, venenos y químicos saturan la atmosfera y mata a sus habitantes. Estos problemas podrían haberse evitado y aun hoy día podrían revertirse con la industrialización de la producción del cáñamo. Los biocombustibles extraídos de esta planta podrían suplir las necesidades energéticas del planeta con una mínima fracción del impacto ambiental que representa la quema de combustibles fósiles y la tala de árboles. La cannabis representa una verdadera posibilidad ante la actual crisis energética mundial.

Texto original en ingles.
http://www.tpuc.org/content/marijuana-conspiracy