La ineficiencia del Estado no puede ser combatida con restricción de garantías, como permitir el acceso a domicilios por parte de corporaciones policíacas sin orden judicial, el reciente sistema de control vehicular, el padrón de usuarios de telefonía celular, el de usuarios de telefonía domestica, la credencialización del IFE, el sistema de recaudación –SAT-, que sigue?, veamos que pudiera deparar el futuro con este caudal de información en las manos inadecuadas, aquí el problema es determinar en que manos se puede dejar a resguardo este valiosísimo y delicado activo, los datos de cada uno de los habitantes de este desafortunado país.
Este modelo de estado en principio vulnera una garantía fundamental, que es la inviolabilidad del domicilio, la privacidad de datos, y en general agrede la libertad de ubicación y traslado, y potencialmente facilita el acceso a la información a personas de dudosa reputación, la propuesta es tan mala, porque sólo pueden perseguir a los delincuentes con base en sacrificar los derechos humanos y las garantías de los ciudadanos.
Ya se ha comprobado que estas estrategias no son más que el advenimiento del Estado fascista, pues con estas acciones no se acaba con la corrupción ni la incapacidad de las policías, y se crean condiciones de mayor indefensión para el ciudadano, se trata de una reforma inquisitorial y que, igual que a los tribunales de la Inquisición les servían leyes, así también le servirán a las autoridades mexicanas.
En pocas palabras, la fragmentación regional, la pobreza y la debilidad del Estado, la fractura existente entre sectores que desarrollan las fuerzas industriales del país y las masas que no poseen ningún tipo de vínculo, lealtad, pertenencia o filiación y la fisura existente entre las cámaras y los ciudadanos propician condiciones por mas desalentadoras.
El circo en el que se convirtieron las cámaras, la pugna entre facciones que defienden intereses minúsculos, sectarios y excesivamente particulares, que socava irremediablemente su razón de ser, es decir, la de amplificar la vox populi en pro de su natural labor cotidiana de modificar la realidad en favor de la nación.
Esperemos no se den las condiciones para que se constituya un arbitro armado, como el de Honduras.
lunes, 29 de junio de 2009
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