viernes, 5 de junio de 2009

SUPER CAN callejero

Esta mañana en la caminata habitual, observe un suceso que me hizo el día, trotaba por la mal llamada calzada Quintero Arce, que bien pudo tomar otros nombres menos rimbombantes como “Compra tu pedazo de cielo”, “Bendiciones a los ricos, penitencias a los pobres”, “Mercader del perdón” o como se les ocurra, warever.

Acá los sustantivo es la película que vi de aquel Perro callejero que con desgarbada figura y haciendo uso de las formas de expresión perrunas –ladrando y brincando- correteaba aquella lujosa pikap que en su caja trasladaba a una pequeña jauría de rottwailers, de hermosa parada, que al inmutarse de la presencia de nuestro héroe montaron en terror y se agazaparon en la caja del vehiculo, mascullando la impresión fortísima, que les produjo aquel barbaján de barrio, me identifique con aquella actitud de Juan sin miedo, de aquel perro café que con lujo de sorpresa, apantallo a la canina familia.

Y como dijo Borges exclamando: ah, los perros, los perros, tan ajenos a toda filología.

Moraleja el león no es como lo pintan.

Continua la búsqueda del héroe perdido o del líder o del hombre que motive a un cambio social tan necesario en esta época de vacuidad absoluta, ya ven por ejemplo aquí en Sonora y seguramente en el resto del mundo, no hay de donde escoger en plena época electoral, ni partido, ni candidato, nada, nada, nada.

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