El error del mormon Benjamin Lebaron en Chihuahua, fue ser productivo en un país de corruptos y sin estado de derecho, cuando los gustos y placeres de los magnates políticos e influyentes de México, esta asociado a los carros lujosos, yates, vinos, mujeres caras, apartamentos, casas, tranzas y demás banalidades propias de época, sabiamente impulsadas por las televisoras y los medios pagados por el status quo, estas personas de características disímbolas de la cultura mexicana, se enfrentaron al flagelo de la delincuencia local, y ante la incapacidad del estado mexicano, de controlar a estos hampones que sin intentar justificarlos, son subproductos de la misma sociedad en decadencia que los ha formado para enseguida perder el control de los mismos, ubicando a la sociedad en medio de fuerzas antagónicas.
Que sucederá con este país en el corto y mediano plazo, nadie lo sabe, pero espero que el colectivo social sea capaz de aportar algo a la imbecilidad de los que lo dirigen pensando en el bienestar de las futuras generaciones.
El pueblo hablo en las urnas, es importante ahora que los políticos y demás rémoras del sistema sepan leer el mensaje que se les envío, en caso contrario la sociedad misma se los hará entender.
Horas antes de ser asesinado, Benjamín Le Baron trabajó en la organización del sistema de autodefensa basado en la creación de una policía comunitaria, y analizó con otros miembros de la comunidad mormona la ley de protección a testigos y la propuesta de ley de extinción de dominio, herramientas con las cuales los habitantes de esa región planeaban hacer frente a los grupos criminales que operan en la zona, dijo Julián Le Baron, hermano del líder asesinado.
jueves, 9 de julio de 2009
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